El área deforestada corresponde al 36 % de la superficie total de cultivos de palma aceitera existentes en el Perú, que alcanza las 86,600 hectáreas.
La Amazonía peruana perdió desde el año 2000 unas 31.500 hectáreas de selva por cultivos a gran escala de palma aceitera, una de las principales causas de deforestación del bosque tropical más grande del mundo, según una investigación publicada por el Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP).
El área deforestada corresponde al 36 % de la superficie total de cultivos de palma aceitera existentes en Perú, que alcanza las 86.600 hectáreas.
Las plantaciones de palma aceitera que deforestaron bosques amazónicos se concentran en las selváticas regiones de Huánuco, Loreto, San Martín y Ucayali, situadas en el centro y noreste de Perú.
En la zona central, los dos casos más notables y perceptibles con imágenes por satélite son dos plantaciones a gran escala cerca de Pucallpa, capital de Ucayali, entre ellas una parcela de unas 6.500 hectáreas propiedad de la empresa Plantaciones de Pucallpa.
Deforestación
También otro terreno de unas 500 hectáreas en el norte de la región de Huánuco que fue deforestado entre 2010 y 2014, según reportes anteriores del MAAP.
En el norte, la mayor deforestación se concentra en el límite entre las regiones de San Martín y Loreto, donde se encuentran las plantaciones Palmas del Shanusi y Palmas del Oriente, cuya superficie en conjunto es de unas 10.000 hectáreas y pertenece al Grupo Palmas, una empresa agrícola del peruano Grupo Romero.
El MAAP manifestó su preocupación por la intención anunciada por la Junta Nacional de Palma Aceitera del Perú (Junpalma) de alcanzar las 250.000 hectáreas de cultivos de esta planta utilizada para elaborar aceite vegetal, con el objetivo de abastecer a todo el mercado nacional.
La empresa peruana Grupo Palmas propuso anteriormente cuatro nuevas plantaciones que causarían la deforestación de 23.000 hectáreas de selva virgen, recordó el MAAP, proyecto impulsado por las ONG Conservación Amazónica (ACCA), de Perú; Amazon Conservation, de Colombia; y EcoCiencia, de Ecuador.
EFE
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