Videojuegos como Tetris 99, Super Mario Bros. 35 (tristemente desaparecido) o el propio Fall Guys: Ultimate Knockout han demostrado que el género de los battle royale tiene aún mucho terreno para ser explotado. No todo tiene por qué ser una copia de Fortnite o Warzone.
Por ello, siempre son bienvenidas propuestas como Pac-Man 99, que trae de vuelta a un auténtico clásico de la industria de los videojuegos bajo este formato, en el que 99 personas pelean por el ser mejor... el Pac-One.
La propuesta es sencilla: el juego nos empareja online con otros 98 jugadores, para jugar Pac-Man. El objetivo es, a priori, simple, ser el último en pie. Para ello, no solo tenemos el reto propio del juego, que es limpiar la pantalla de puntos y comer a los fantasmas enemigos, sino que también hay un enfrentamiento en ciernes con los otros jugadores.
Por ejemplo, cada vez que comemos un fantasma, lanzamos una sombra de Pac-Man (bautizadas como Jammer Pac-Man) a un rival, que, si lo atrapa, ralentizará su movimiento. A más fantasmas consumimos, más ataques lanzamos.
Para incentivar este tipo de juego ‘agresivo’, si cabe la expresión, tenemos en pantalla unas barras que al consumirlas multiplica la cantidad de fantasmas. Así, al consumir un Power Pellet, podremos comer decenas de fantasmas y, por ende, enviar decenas de sombras a nuestros rivales, complicándoles la existencia.
Tal como en Tetris 99, tenemos varias opciones jugables ingame, como incrementar nuestra velocidad, aumentar los Jammer Pac-Man que enviamos al rival, entre otras.
Lamentablemente, todo lo que estoy explicando no aparece en Pac-Man 99, ya que este carece de un tutorial que nos detalle sus características y alternativas ingame. Y esto es muy importante, ya que conocer estas opciones nos puede facilitar nuestro camino a la victoria.
Pac-Man 99 es tremendamente adictivo. En la semana he pasado varias horas libres jugando partida tras partida. Incluso, hubo ratos libres en los que decía ‘Jugaré un par de partidas’, pero terminaba enganchado un par de horas.
Pasando por caja
El juego llega gratis para todos los poseedores de la membresía Nintendo Switch Online, que desde ya recomiendo adquirir a los poseedores de la consola. Sin embargo, Pac-Man 99 llega al mercado con un interesante contenido de pago, que pasaré a detallar.
Primero, tenemos el pack de modos de juego offline, que incluye partidas privadas con contraseña, la opción de jugar Pac-Man 99 contra la máquina (con nivel de dificultad), un modo de partida por puntos, en la que gana el primer en obtener 3.333.360 puntos; y partidas con tiempo límite. Aparte, hay diferentes tipos de skins alusivos a títulos clásicos de Namco, como Galaga, Dig-Dug, Rolling Thunder y un largo etcétera.
Todo este contenido puede comprarse por separado o, si lo quieres todo a un mejor precio, puedes ir directamente por el Deluxe Pack, a la friolera de 30 dólares. Si bien este contenido es interesante, no es indispensable para disfrutar Pac-Man 99, que como ya adelanté es realmente divertido y adictivo.
Entre las cosas negativas, reitero la ausencia de un tutorial que nos indique las diferentes mecánicas del juego (aunque abundan tutoriales en YouTube y foros), así como algunos problemillas de conexión. No es algo constante: en unas tres o cuatro ocasiones, en mis varias horas de juego, tuve problemas de desconexión de los servidores. Nada grave, pero cumplo con reportarlo.
En conclusión, Pac-Man 99 me encantó. Es una nueva demostración de que el género de los battle royale tiene aún terreno por ser explotado. Además, es una reivindicación de uno de los mayores clásicos de la historia de los videojuegos que, pese a los años pasados, sigue siendo tan divertido como cuando se estrenó.
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