El arte, como ninguna otra disciplina, puede funcionar de forma educativa, terapéutica, expresiva e integradora.
El arte es una forma de expresión con múltiples beneficios. Con ella es posible educar, crear, transmitir pensamientos o ideas e incluso, también puede ser usada de forma terapéutica.
En el colegio, por ejemplo, los estudiantes tienen la posibilidad de aprender a cantar, tocar instrumentos, moverse, interpretar, crear, escuchar y apreciar. A través de estas actividades ellos mejoran su capacidad de concentración, su memoria y razonamiento lógico, capacidades esenciales para el aprendizaje tanto dentro como fuera del aula. Todo ello contribuye a que desarrollen su sensibilidad, la capacidad de poder colaborar con otros y se sientan cada vez más seguros de sí mismos.
¿Qué debo hacer para potenciar estos beneficios en mi hijo?
-Procura que su entorno sea estimulante. Muéstrale que hay un abanico de posibilidades fuera de casa: museos, puntos de cultura, reservas naturales, conciertos, teatros, ferias (incluso, muchos de estos eventos son gratuitos). Ver a otro desplegar su talento puede ser una fuente inspiración para tus hijos.
-Muestra interés en sus actividades. Conversa con tu hijo y hazle preguntas como: “Te veo contento, cuéntame, ¿estás haciendo algo que te haya sorprendido?”
-Valora y respeta sus gustos. No intentes imponer tus ideales. Recuerda que él o ella tienen gustos particulares y eso es lo que los hace únicos.
-Fomenta en casa la práctica del arte. Infórmate sobre las oportunidades de talleres gratuitos de música o arte que se ofrecen.
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