Las celebraciones familiares, las comidas de trabajo, una salida de fin de semana y hasta las ferias gastronómicas nos pueden hacer caer en excesos. Comer demasiado puede desencadenar problemas en nuestra digestión y hacernos sumar algunos kilos de más.
Por ello, si es que quieres disfrutar sin culpa y sin consecuencias, ten en cuenta los consejos de la nutricionista de SANNA División Ambulatoria, Jenny García:
- Las harinas contenidas en arroces y pastas llenan muy rápido, por lo que se aconseja elegir platos más saludables a base de pescado (ceviche, a la parrilla, sudado). Si prefieres pollo y cerdo, opta por preparaciones al palo, caja china o a la brasa. No olvides quitarles la piel y grasa, y acompañarlas con guarniciones de choclo o papa y ensalada.
- Si vas a un buffet, no tienes que comer todo. Es mejor ir en grupo, de esta manera podrás compartir un platillo y así evitar comer en exceso. De lo contrario, solo se logrará una fuerte indigestión.

- Hay que elegir como bebida infusiones digestivas, agua o refrescos naturales como la chicha morada o el clásico emoliente. Las gaseosas no son recomendables por su alto contenido de sodio, azúcar y otros componentes perjudiciales para su salud.
- Una digestión difícil o la intolerancia a ciertos alimentos puede hacer que la persona se llene de gases y que estos produzcan cólicos y retortijones. Si has comido algo pesado a deshoras, este malestar se mitiga con una infusión o un remedio antiflatulento.
- La acidez también es un síntoma asociado a una digestión pesada y al consumo de ciertos medicamentos y de bebidas alcohólicas. Para aliviar el reflujo o la vinagrera, como se le llama comúnmente, basta con un antiácido.
- Si acudes a una feria gastronómica, lo mejor es comer cada tres horas para facilitar la digestión. Lo ideal para aprovechar ese tiempo es caminar y conocer más de lo que ofrece la feria. Además, al terminar tu visita lo mejor es hacer una caminata para favorecer la digestión y de paso gastar unas calorías extras.
Al día siguiente de una comilona, es necesario “corregir” con alimentos que nos ayuden a balancear. “En el desayuno incluir solo fruta picada y yogur bajo en grasa. Para el almuerzo una porción de vegetales con queso fresco o claras de huevo. En la cena una sopa o crema de verduras, y entre comidas no olvides beber agua”, aconseja García.
