Al margen de su complejidad, los sistemas de alarma tienen una serie de componentes fundamentales. Conoce cómo funciona uno.
Un sistema de alarma es un conjunto de dispositivos de seguridad electrónica diseñados para activarse en caso se produzca una intromisión no autorizada dentro de una propiedad, que puede ser una vivienda o un negocio.
Dependiendo de las capacidades instaladas en el sistema, los sistemas de alarma pueden activar una sirena e informar de la intrusión a la empresa de seguridad, al propietario y a la policía. Los sistemas más completos incluso son capaces de tomar y transmitir en tiempo real fotografías, audio y video.
Los sistemas de alarmas tienen varios componentes fundamentales. Uno de ellos son los sensores, que son los dispositivos que deben detectar la intrusión. Los detectores de movimiento se deben ubicar en las áreas de tránsito –por donde necesariamente deberían pasar los intrusos– y en las puertas y ventanas que se consideren puntos vulnerables. La cantidad y tipo de sensores que se deben instalar para que un sistema de alarma sea efectivo dependerán de la evaluación que haga la empresa de seguridad luego de revisar la propiedad.
Otro componente importante de un sistema de alarma es la línea de comunicación. Esta permite que cualquier intrusión sea notificada a la empresa de seguridad, que a su vez podrá tomar acción inmediata para proteger la propiedad. Habitualmente, los sistemas de alarmas estaban conectados con la central de la empresa de seguridad a través de líneas telefónicas terrestres, sin embargo actualmente se pueden usar otras tecnologías de comunicación, como las redes móviles.
La interface de usuario es el componente del sistema que permite al propietario comunicarse y operar su alarma: activarla y desactivarla y hacer seguimiento de las actividades o notificar a la empresa de seguridad en caso de una emergencia. Los sistemas de seguridad más completos en la actualidad permiten a los usuarios controlar la alarma y hacer seguimiento a través de dispositivos móviles.
El último componente clave de un sistema de alarmas es la central de alarmas. Se trata del monitoreo permanente de la empresa de seguridad, la cual es la encargada de recibir las alertas generadas por los sistemas y tomar la acción más adecuada de manera pronta y eficaz. Este componente no está en la propiedad es y probable que el usuario nunca lo vea, pero es imprescindible. Sin una buena central, ningún sistema de alarmas –por completo que sea– se puede considerar seguro.
Comparte esta noticia