El control es el componente principal de los celos, son una respuesta emocional humana que sale a la luz ante la percepción de una amenaza.
¿Hasta qué punto se pueden permitir los “celos” en una relación?, ¿Cómo establecer límites con tu pareja sin poner en riesgo la autonomía e independencia de cada uno? El amor se basa en tres pilares: confianza, autonomía y respeto. Ninguno de los tres ingredientes puede faltar en una relación, cada uno debe ser capaz de expresar con total libertad, y sin temor, lo que piensan y sienten.
Sin embargo, la práctica nos muestra otra realidad. Sin importar la edad, clase social o nivel de educación, los celos aparecen para controlar el comportamiento de la pareja, ya sea por el miedo a perder algo que creen que es de su “propiedad”, por inseguridad, o por el sencillo hecho de que es lo que la sociedad determina que “deben” hacer.
“Mi pareja no me cela, él nunca me grita, ni me exige hacer algo que yo no quiera”, muchas personas creen que los celos sólo se muestran a través de los gritos, las peleas y las amenazas. Abre bien los ojos, los celos tienen muchas más caretas, se disfrazan de “amor” y buscan confundir a la pareja con palabras como: “Te digo esto porque te amo”, “Si no te pidiera que hagas esto, no me importarías”, entre otras. El 61.4% de mujeres de 18 años a más, han sido víctima de violencia psicológica por parte de su pareja. Entre las principales situaciones de violencia psicológica, existe un 67.9% que corresponde a la gente que ha agredido por temas relacionados a los “celos”, un 34.7% porque la pareja le exigió saber a dónde va, un 32.8% por haber sido infiel y un 22.1% porque la pareja le prohibió que vea a otras personas. (ENARES – 2015)
Como se muestra en estas cifras, existen muchas maneras de saber si tu pareja te está controlando. Según el Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual (PNCVFS) del MIMP, las formas más comunes se manifiestan en conversaciones cotidianas, donde la pareja busca resaltar lo especial que eres y lo mucho que le importas, para esconder estas señales de violencia y control: “Si te vistes así te expones a que la gente hable mal de ti”, “No le hables, puede pensar que quieres otra cosa con él”, “Si sales tienes que decirme dónde estás, sino me quedo preocupado”, “Nunca estamos juntos, cancela tus otros planes”, entre otras. ¿Es amor? Pues no necesariamente, es la excusa que utiliza para disfrazar sus celos y deseos por controlarte.
Todas estas manifestaciones son señales de control que nacen de los celos obsesivos y que terminan por destruir y desgastar la relación. Es lamentable la cifra que nos comparte los CEM (Centros Emergencia Mujer), que indica que del total de casos atendidos, el 49.8% registrados presenta a los “celos” como el principal motivo señalado por los agresores, y de las consultas privadas atendidas por el Chat 100, espacio virtual dirigido a adolescentes y jóvenes entre los 13 y 25 años de edad, en el 2015, el 13.6% manifestaron algún tipo de consulta relacionada a los celos y control por parte de su enamorado o novio.
Estas y otras informaciones lo compartimos en el campo de la campaña “La violencia se pinta de amor. ¡Date cuenta!”, por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) y RPP.
Ingresa al toxímetro y descubre el estado de tu relación.
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