Si acabas de enterarte que vas a ser mamá, antes de que corras a deshacerte de tu mascota, descubre la verdad sobre el tema.
“No podía embarazarme por culpa los gatos”, “Los gatos son un peligro para tu salud y la de tu bebé”, son algunas de las afirmaciones que se escuchan a menudo, sin embargo, no son del todo ciertas. Aquí una explicación al respecto.
Según el veterinario español Gabriel Rodríguez, la toxoplasmosis es una enfermedad producida por un parásito que se puede contraer por varias vías: el consumo de frutas y verduras mal lavadas, a través de la carne y de embutidos a medio cocer o por el contacto directo con las heces de gatos infectados. Sus síntomas son similares a la gripe, como fiebre o molestar general.
Si tienes un gato en casa, basta con llevarlo trimestralmente a la veterinaria para desparasitarlo y que otra persona se haga cargo de limpiar su arena. “Una mujer embarazada no contrae la toxoplasmosis por acariciar a su gato”, dice Rodríguez.
Por eso, el veterinario advierte que un gato que siempre se ha alimentado de comida especial y está controlado desde el punto de vista sanitario tiene nulas probabilidades de estar infectado por el parásito que provoca la enfermedad y, por lo tanto, no la puede trasmitir a ninguna persona.
Así que, antes de creer en las leyendas urbanas, es mejor consultar con un médico.
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