Estudios aseguran que 11 de cada 1.000 personas viven con esta condición.
La inmensa mayoría de las personas tienen los ojos marrones mientras que un porcentaje muy reducido los tienen verdes o azules. Imagina la rareza de una persona con cada ojo de un color o incluso dos colores muy distintos dentro del mismo ojo. Este fenómeno se llama heterocromía, y es una muestra más de lo fascinante que puede resultar el cuerpo humano.
Antes de adentrarnos en el mundo de los ojos de diferente color hay que entender algunas cosas. La parte del ojo que le da el color característico es el iris. Se trata de la membrana que se encuentra situada entre la córnea y el cristalino. Separa la cámara anterior de la posterior y su principal función es la de regular la cantidad de luz que llega a la retina.
¿Qué define el color del iris? Según la Clínica Rahal, especialista en láser y microcirugía ocular, en un ojo normal y sano, el color del iris lo define la herencia genética. En los niños, inicialmente la coloración es gris o azul claro y es entre los 6 y 10 meses cuando se fija el color definitivo. Eso dependerá de los melanocitos (las células que concentran el pigmento llamado melanina). Si estas células se concentran en la superficie posterior del iris, el ojo será de color azul, mientras que si se distribuyen por todo el iris, el ojo será de color marrón.
¿Qué provoca la heterocromía? Las causas que originan este fenómeno pueden ser muy diversas como haber sufrido de glaucoma, melanoma o inflamación ocular, aunque la mayor parte de las veces los pacientes nacen con él y no les perjudica en ningún sentido. Sin embargo, en los casos de heterocromía adquirida, si se puede ver coloración que antes no estaba presente o problemas en la función ocular.
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