Hay dos modalidades de aportes voluntarios que nos ayudan a mejorar nuestra pensión a generar un ahorro del que podemos disponer de manera más inmediata.
Si estamos afiliados al Sistema Privado de Pensiones hay un monto obligatorio y estándar que todos los aportantes deben destinar a su fondo de pensión. Este aporte es el 10% del sueldo y garantiza una pensión para los trabajadores. Sin embargo, como nuestra futura pensión de jubilación depende del monto que aportemos durante nuestra vida laboral, muchos nos preguntamos si existe alguna manera de que incrementemos nuestros aportes; a fin de gozar de una pensión mayor. La respuesta es sí. Las AFP ofrecen una alternativa de ahorro llamada aportes voluntarios.
El primero es el Aporte Voluntario con Fin Previsional y, como su nombre lo indica, este es el aporte que el trabajador realiza de forma voluntaria. La página web de la Asociación de AFP explica que este tiene carácter intangible, es decir una vez ingresado en la cuenta, el trabajador solo podrá retirarlo al momento de su jubilación. En este caso, el afiliado puede depositar el dinero en una Cuenta Individual de Capitalización (CIC) diferente al obligatorio, pero al momento de la jubilación ambos fondos se sumarán para el cálculo de la pensión de jubilación.
La otra alternativa es el Aporte Voluntario Sin Fin Previsional, en donde el afiliado apertura una nueva cuenta a su nombre en la AFP y deposita el dinero que estime conveniente, de acuerdo a sus posibilidades. Sin embargo, a diferencia del caso anterior, puede disponer de sus fondos hasta tres veces al año para retirarlo total o parcialmente. Por ello, queda a su juicio, si retira el dinero para fines específicos como, por ejemplo, pagar la cuota inicial de un departamento o si lo conserva hasta el momento de su jubilación.
Ambas constituyen excelentes alternativas para incrementar tus aportes ya que la rentabilidad que obtiene el afiliado es la misma que recibe por su fondo previsional.
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