Cuando tienes que hacer una presentación frente a una gran audiencia, recuerda utilizar tu voz como un elemento positivo y beneficioso.
Según los estudios llevados a cabo por Albert Mehrabian, profesor de Psicología en la Universidad de California, Los Angeles (UCLA), la entonación, proyección, modulación y resonancia de nuestras palabras representan el 38% de los elementos que intervienen en la comunicación. El resto proviene del lenguaje corporal y verbal; por ello, la clave está en crear una conexión entre lo que estamos diciendo y cómo lo estamos diciendo.
Todos en algún momento tenemos que enfrentar la incómoda situación de hablar en público, ya sea en reuniones, presentaciones de proyectos, conferencias, etc. Revisa estos cinco consejos que contribuirán a hacer una buena presentación y captar el interés de tu audiencia.
Repasa tu presentación en voz alta. Si quieres reflejar a tu audiencia que dominas el tema entonces es importante que repases en voz alta tu presentación. El objetivo es dominar el tono de voz para conseguir explicarlo de forma natural y llegar de manera adecuada al público. Mientras más practiques, mejor te saldrá. Eso es un hecho.
Usa los picos de entonación. Utiliza los picos de entonación adecuados. Si hay algún dato relevante procura intensificar la entonación para que captures la atención de tu público. Si tienes un ritmo y tono monótono probablemente aburran a tu audiencia a los pocos minutos. Ten cuidado con usar muletillas, ya que pueden perjudicar tu presentación, es preferible acabar las frases o una idea enfatizando las últimas palabras, sean importantes o no.
Adapta tu presentación al público. Tu tarea es conocer a tu público; qué intereses tienen, cuáles son sus necesidades, cuáles son sus pasatiempos favoritos, entre otros. Así, podrás orientar tu presentación o algunos ejemplos hacia todo aquello que les gusta e interesa. Además, en el momento en que llegas a conocerlos te será mucho más fácil relacionarte con ellos y utilizar un tono más amigable.
Ensaya. Existen diversas técnicas para modular de manera correcta cada palabra, entre ellas, está la técnica del bolígrafo o lapicero. Es tan sencillo como colocarlo entre los dientes y mover exageradamente los labios, para luego recitar tu presentación. Luego de un par de veces, podrás hacerlo sin el lapicero en la boca y notarás como tu discurso se entenderá mejor.
Respira. Recuerda siempre mantener una respiración calmada y coger aire durante las pausas e intervenciones, así podrás terminar las frases con tranquilidad. Si mantienes una buena respiración te será más fácil manejar la entonación y proyección de tu voz, lo que ayudará a incentivar el interés de tu audiencia.
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