Este procedimiento ayuda a definir la labor que realizan tus colaboradores para fijar sus sueldos.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define la evaluación de puestos de trabajo como el procedimiento que trata de precisar y de comparar lo que el desempeño de determinadas funciones exige de los trabajadores, sin tomar en consideración la capacidad individual de los mismos ni su rendimiento.
Contribuye a establecer una clasificación justa del conjunto de funciones desempeñadas y puede tomarse como base para la fijación de salarios. La evaluación es, por consiguiente, uno de los puntos de partida para el establecimiento de una diferenciación relativa de las tarifas del salario base.
Los objetivos de la valoración de puestos de trabajo son, según la OIT,
1. Proporcionar datos reales, definidos y sistemáticos, para determinar el valor relativo de los puestos.
2. Contar con una base equitativa para la administración de sueldos y salarios dentro de la compañía.
3. Proveer datos para establecer una estructura de salarios comparable a la de otras compañías concurrentes al mismo mercado de mano de obra.
4. Permitir a la administración, medir y controlar con precisión sus costos de personal.
5. Servir de base para la negociación con el comité de empresa y eventualmente con los sindicatos.
6. Determinar una estructura para la revisión periódica de sueldos y salarios.
7. Crear principios claros y técnicas imparciales que permitan un tratamiento más objetivo de los salarios.
8. Servir de ayuda en los procesos de selección, colocación, movilidad y formación de personal.
9. Aclarar funciones, autoridad y responsabilidad, lo que, a su vez, contribuye a la simplificación del trabajo y a la eliminación de operaciones duplicadas.
10. Reducir quejas y rotación de personal, aumentando así, la moral del personal y mejorando las relaciones entre empresa y empleado.
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