Los padres deben promover que sus hijos realicen actividades deportistas o artísticas en compañía de otros niños para que ganen confianza en sus habilidades sociales.
La timidez infantil puede presentarse a partir del primer año del bebé. Esto se debe a que en esa edad comienzan a desarrollar miedos debido al natural desapego que debe producirse entre los niños y los padres. Esto es lógico, ya que el niño está respondiendo a aquello que no conoce. Más o menos a los tres años, deberá enfrentarse a un nuevo contexto social: el inicio de la etapa escolar, lo que podría enfatizar una conducta tímida, explica el portal de noticias ‘Consumer’.
Es probable que el niño tímido muestre estos comportamientos:
- Tratar de evadir a las personas que no le parezcan familiares.
- Elegir estar solos en vez de integrarse a un grupo.
- Si se encuentra con niños de su edad, no participa o habla con ellos.
- Se manifiesta receloso y miedoso con lo que no conoce.
Los padres deben estar atentos por si se presentan estos primeros signos de timidez. Estos pueden incrementarse y más adelante representar una dificultad para emprender relaciones sociales.
Para que puedas ayudar a tus hijos a modificar esta conducta, aquí te damos algunos consejos.
No forzarle. No es nada recomendable decirle “ve a saludar”, “no huyas” o “juega con esos niños”. Si bien la reacción de algunos padres debido la timidez de sus hijos es insistirle a que sea más “sociable” y premiarlo si creemos que lo está consiguiendo, no lo ayudará. Cuanto más los obliguemos a hacer algo, menos lo conseguirá.
No etiquetar. No se recomienda excusar los comportamientos del niño con el famoso “es que es muy tímido”. Si nos encontramos en una situación nueva estaría bien dejar que se relaje poco a poco hasta que pueda aceptarla con naturalidad.
Padres sociables, niños sociables. Si tus hijos ven que estás adaptándote de una manera positiva a experiencias nuevas, es decir, no te muestras retraído o inhibido cuando ves a alguien o vas a algún lado, ellos imitarán lo que están viendo.
Oportunidades para relacionarse. Invitar a algún amigo de ellos a la casa, salir a comer o a pasear con otras familias que tengan niños de su edad, alistarlo a algún deporte o actividad artística son algunas de las maneras que los papás pueden hacer para que practiquen sus habilidades sociales. Se recomienda, al principio, acompañarlo para que se sienta seguro y poco a poco dejar que se adapte a estas experiencias por su cuenta.
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