Enseñar el valor del dinero y fomentar el ahorro en casa son aspectos claves para no criar niños demandantes, caprichosos y con poca tolerancia a la frustración.
Un llanto inagotable o un gran berrinche suelen ser las formas en las que un niño exige lo que quiere tener. Si no se interrumpe esta conducta a tiempo, el niño descubrirá que el chantaje y la manipulación son medios para conseguir lo que desean. En poco tiempo, se habrá formado a un niño consumista, que no conoce el valor del dinero y tiene escasa tolerancia a que le nieguen algo.
Para evitar criar a un niño consumista es necesario armarse de paciencia y explicarle cuál es la diferencia entre una necesidad y un antojo, explica la web mexicana Psicología para niños. Para ello es recomendable hacerles preguntas del tipo “¿Qué tan necesario es que tengas tal cosa?” “¿Qué uso le vas a dar?” “¿No crees que con lo que tienes en casa es suficiente?”. Estas interrogantes deben hacerse en el momento en el que el niño exige algo, pero también en su día a día a fin de que vaya interiorizando el mensaje.
Si el niño responde con llantos o berrinche, es mejor guardar la calma para no dejarse vencer. Probablemente estas actitudes se repitan en otras ocasiones, pero más pronto que tarde acabarán si no se cede fácilmente.

También es imprescindible enseñarle que aprecien el valor del dinero, por el esfuerzo que significa para sus padres adquirirlo. Una buena idea para que entienda este concepto es pagarle cierta cantidad a cambio de la ejecución de tareas domésticas.
Además hay que hacerle entender que se trata de un recurso limitado, es decir que si lo despilfarran, no se le dará más. Esto le servirá para saber administrar la propina que se le da.
Otra estrategia a tener en cuenta es regalarle una alcancía para fomentar en él el hábito de ahorro. Otra opción es hablarle sobre las metas y objetivos que alcanzaste a través del ahorro y la buena administración del dinero. Esto lo va a inspirar para seguir el mismo camino.
Asimismo hay que enseñarle a que no queden con lo primero que vea o escuche cuando se trate de comprar algo. Lo mejor es que busque más información, compare y haga una elección inteligente.
Por último, es tarea de los padres destacar el valor de lo hecho en casa versus lo comprado en cualquier tienda. Esto aplica sobre todo para fomentar hábitos de alimentación saludable y evitar el consumo de comida chatarra en la calle.

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