Un año sabático es el período de tiempo que una persona destina completamente a sus propios intereses. Para ello se aleja de su empleo o de los estudios por un tiempo.
Tomarse un año sabático y dedicarse a realizar las actividades que más nos gustan influye positivamente en nuestro desarrollo personal. Usualmente las personas optan por viajar, se dedican al voluntariado o hacen las cosas para las que no tienen tiempo en su vida rutinaria.
“Sea cuál sea el plan que elijas para tu año sabático, esto te dará tiempo para hacer realidad los sueños que tienes desde pequeño. Así podrás hacer cambios importantes en tu vida que te lleven hacia la libertad y felicidad que mereces”, indica Cintia Castelló en un post para el portal español Vivir al máximo.
Además de decisión, tomarse un año sabático requiere una correcta planeación financiera. Según Cristhian Macias Rojas, presidente de la Asociación Colombiana de Finanzas Personales, lo primero es el planeamiento. Se debe planear con un año de anticipación las actividades que se pretenden realizar para estructurar el presupuesto que se va a necesitar.

Si se pretende viajar, se debe conocer el costo de vida mensual en los países a visitar para definir el monto a ahorrar. Además, se debe investigar la posibilidad de trabajar como voluntario en esos lugares y así recibir algún beneficio como hospedaje o alimentación.
Con el presupuesto ya definido, se crea un fondo exclusivo para depositar el dinero mensual que se va a ahorrar. Para ello, se debe destinar entre 5% a 10% de los ingresos a este fondo.
Al mismo tiempo se reducen los gastos variables (transporte, diversión, vestuario) y los gastos hormiga como el café, taxis, propinas, etc. Ese monto también debe destinarse al fondo.
Después de tres meses, si se ha cumplido de manera disciplinada los pasos señalados, se sabrá cuánto tiempo le tomará ahorrar el dinero necesario.
Lo más importante es no endeudarse para tener su año sabático. Esta deuda puede ser un verdadero problema una vez se retorne a la vida laboral. Los intereses serán altos y puede que tome un tiempo conseguir un nuevo empleo, por lo que la deuda irá en aumento.
Cuando falten dos o tres meses para el término del año sabático hay que estar pendiente de ofertas laborales. En ese momento es cuando se tiene mayor claridad mental sobre lo que se tiene pensado hacer una vez que se regrese a la vida laboral. De este modo, ese período, en donde se habrán desarrollado nuevas habilidades, no habrá sido en vano.

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