El Perú es un país con actividad sísmica, por lo que es necesario estar preparados para hacerle frente a un fuerte movimiento telúrico.
Conocer en qué condiciones está nuestra vivienda es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta para estar preparados ante un sismo de gran intensidad. Solo en Lima el 70% de viviendas son informales y vulnerables frente a terremoto según estimaciones de la Cámara Peruana de la Construcción.
Lo primero a realizar es una inspección minuciosa de nuestras casas para determinar en qué puntos se requieren refuerzos estructurales para hacerlas más seguras. Las grietas y fisuras profundas en vigas y columnas son signos de que hay problemas.
La evaluación debe estar a cargo de un ingeniero civil, quien también revisará los planos de arquitectura, estructuras, instalaciones eléctricas e instalaciones sanitarias. El especialista verificará que la casa cumple con las recomendaciones del Reglamento Nacional de edificaciones del Perú.

Norma de diseño sismo resistente. Recién desde 1997 el país tiene dicha norma. Por lo tanto, las viviendas construidas antes del 97 no contarían con las suficientes garantías antisísmicas. Toma tus previsiones si vives en una casa hecha de adobe.
En el caso de las casas con adobe se pueden utilizar refuerzos de maderas, el mismo adobe o geomallas, según el Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desasters (CISMID).
Si se detecta que tu vivienda no tiene columnas o vigas, hay rajaduras y las paredes están debilitadas por la humedad, debes preparar una habitación especial. El Ministerio de Vivienda recomienda la construcción de un cuarto seguro que sirva de refugio en caso de un fuerte movimiento sísmico.
Para convertir una vivienda ya construida en antisísmica se instalan disipadores, una especie de amortiguadores que tratan de interrumpir las ondas antisísmicas. Según el ingeniero Iván Gonzáles, de la empresa CDV Ingeniería Antisísmica, estos equipos reducen el impacto del temblor o terremoto hasta un 70%.
El Centro Regional de Sismología para América del Sur recomienda colocar mallas electro-soldadas de alambre interconectadas, simulando columnas y vigas sobre los muros a reforzar.
Si tu vivienda fue construida de manera formal, siguiendo las normas reglamentarias de diseño y construcción, es segura. El experto en infraestructuras antisísmicas, Jorge Cabanillas, estima que podría resistir terremotos de 8 o 9 grados.
Ten en cuenta que los sismos previos generan daños que a simple vista no podemos detectar. Por ello, se aconseja realizar evaluaciones sísmicas de las infraestructuras, sobre todo de las más antiguas.
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