Esta estrategia de gestión permite obtener el mayor provecho de los recursos productivos de una empresa.
El Lean Thinking es una filosofía y estrategia de gestión empresarial para eliminar los excesos y la ineficiencia, a fin de aumentar el valor que se ofrece al cliente. Hoy es aplicada por empresas de diferentes sectores, aunque el nacimiento del concepto se originó en la industria automotriz japonés. Más precisamente en la compañía Toyota.
Toyota afrontaba graves problemas tras la Segunda Guerra Mundial como el bajo suministro de materias primas, baja capacidad productiva, poca disponibilidad de capital para invertir, entre otros. En ese difícil contexto desarrollan una nueva metodología de producción llamada TPS (Sistema de Producción Toyota), la cual se basaba en la reducción del esfuerzo humano, del espacio de producción, las herramientas empleadas y, en especial, del tiempo. La meta impuesta por los empresarios japoneses era tener mayor eficiencia sin incrementar el volumen.
El método de la conocida empresa automovilística fue exitoso por lo que a fines de los ochenta, la universidad estadounidense MIT (Massachusetts Institute of Technology) realizó un proyecto de investigación que estudió el caso. A partir de allí popularizó esta estrategia que luego sería recogida en el libro “Lean Thinking” escrito por James P.Womack y Daniel T. Jones.

De la industria automotriz, este método de gestión ha saltado a las demás actividades productivas. Su éxito se basa en dar al cliente lo que está buscando en el momento oportuno. Se trata de optimizar el uso de los recursos, buscando un menor costo de producción y atendiendo como prioridad la satisfacción del cliente.
El Lean Thinking tiene dos pilares fundamentales: la mejora continua (Kaizen) y la mejora radical (Kaikaku). “En virtud de esta metodología las empresas pueden ser más eficientes y reducir costos originados por la no calidad", señala el artículo publicado por ESAN.
Este paradigma de la gestión empresarial tiene como claves de éxito: la eliminación de los tiempos muertos, la reorganización y enfoque de todos los procesos, y la mejora en cada paso y de forma continuada.
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