Planificar, no sobrecargarse de tareas y aprender a delegar son parte de la fórmula para ganar tiempo e incrementar la capacidad de realización de tareas.
Comienza la semana y entonces en tu mente repasas las mil y un cosas que planeas hacer. Sin embargo, cuando esta acaba te das cuenta que no cumpliste ni con la mitad de las actividades que te propusiste. Sí, a todos nos ha pasado que no logramos cumplir con nuestros objetivos por distintas razones. Para estas situaciones existen diferentes estrategias que pueden ayudarte a realizar el máximo de actividades posibles, vale decir, que te ayudarán a tener una semana productiva, sin desperdiciar tu tiempo en cosas sin importancia.

1. La planificación es la clave. Planifica tus actividades priorizando las más importantes y dividiéndolas en ideas, proyectos y responsabilidades. Ser ambicioso es positivo, pero lo es más cuando se trata de actividades y tiempos realistas. “Sin la adecuada planificación y priorización, la productividad sale por la ventana”, recuerda la revista Forbes. Establece las metas diarias y los objetivos que desees cumplir al finalizar la semana. Así podrás determinar qué tan productiva fue.
2. No procrastines. Esto significa que cuando tengas la planificación hecha, la cumplas. Para esto sirve hacer una lista de tareas e ir tachando una a una. Otro consejo valioso es que dejes el perfeccionismo de lado. Querer hacer las cosas adecuadamente es positivo, pero si buscas la perfección pasarás más tiempo del necesario en una tarea provocando que las otras se retrasen.
3. No te sobrecargues de tareas. Quien mucho abarca, poco aprieta, dice un viejo refrán. Si te sobrecargas de trabajo te pasará factura y probablemente no cumplas con tus objetivos, lo que puede causarte frustración y estrés. Si son muchas los trabajos que debes realizar aprende a delegar. Y a decir no.
4. Tómate un tiempo para relajarte. No todo en la vida puede ser trabajo y obligaciones. Liberar a la mente de las presiones y responsabilidades te ayudará a mantener un equilibrio.
5. Revisa y mide tus logros. Evalúa si cumpliste con tus objetivos, si resolviste tu lista de pendientes. Sin duda, al comprobar que tu productividad aumentó, te sentirás gratificado y con más motivación para empezar la nueva semana.

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