Este concepto trata de la probabilidad de que un evento adverso o una fluctuación financiera reporte consecuencias negativas en una empresa.
Por riesgo financiero debe entenderse la probabilidad de que ocurra cualquier evento que tenga consecuencias financieras negativas para una empresa o negocio, indica el portal Economía Simple. Describe fundamentalmente el riesgo asociado a cualquier forma de financiación, el cual implica que la entidad no obtenga los beneficios esperados o que no obtenga ninguno en absoluto.
Estas situaciones se producen porque cambian las variables que influyen en el desempeño de una inversión por parte de una empresa como los cambios del entorno o las condiciones en el sector donde opera tu compañía, o la misma inestabilidad de los mercados financieros.
Los riesgos financieros afectan directamente el balance general de la organización debido a que impactan en el costo y disponibilidad del capital dentro de una empresa, la solvencia del capital de trabajo, así como la imposibilidad de devolución del capital.

Según la web Emprende Pyme, los riesgos financieros se clasifican en tres grupos: riesgos de crédito, riesgos de liquidez y riesgo de mercado. El primero se produce si una de las partes firmantes del contrato crediticio no realiza los pagos en el tiempo estipulado. “El riesgo de crédito va unido a la posibilidad de que se produzca un impago de la deuda”, anota.
En tanto que el riesgo de liquidez se da cuando una de las partes tiene activos, pero no dispone de liquidez. Este riesgo se asocia con la falta de capital de trabajo para la compra y comercialización de servicios o bienes. Esto, como es de suponer, afecta la vialidad del negocio. Además, también puede suceder que una empresa puede encontrarse en una fase de continuas pérdidas de cartera, hasta que llega el momento que no puede pagar a sus trabajadores.
Finalmente, el riesgo de mercado está referido a la posibilidad de que el valor de una cartera, sea de inversión o de negocio, se reduzca. Este riesgo se subdivide en: riesgo de cambio (asociado a la fluctuación del tipo de cambio), riesgo de tasa de interés (es el riesgo de que las tasas suban o bajen en un momento no deseado) y el mismo riesgo de mercado (referidos a la probabilidad de que se produzcan perdidas en una cartera).
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