El refuerzo escolar en verano ayudará a una nivelación positiva de los cursos, siempre que la falta de dedicación y responsabilidad sea la causa de esta situación.
Cuando llegan las vacaciones de verano, muchos padres no saben qué hacer con los hijos que han obtenido bajas calificaciones durante el año escolar. ¿Deben descansar o seguir clases de refuerzo escolar en verano? El refuerzo escolar logra una mejora en las calificaciones siempre que la falta de dedicación al curso sea la causa principal de estas notas.
Según la psicóloga Verónica Paz, las bajas calificaciones tienen un motivo distinto a la falta de dedicación. A veces, tiene que ver con un inadecuado método de aprendizaje utilizado por el centro educativo. O tiene que ver con un profesor que no está suficientemente capacitado sobre el estilo de enseñanza para alumnos de una edad específica. También hay casos donde los niños, mediante las calificaciones bajas, buscan llamar la atención de los padres.
“No nos olvidemos de que los que los problemas familiares influyen directamente en el niño, generando en él desconcentración, falta de motivación y desinterés sobre las calificaciones”, explica la experta.

Como vemos, hay múltiples causas que explican esta situación. Por ello, en estos casos lo más importante es lograr identificar la causa de las bajas calificaciones para atacar directamente al problema. Si se identifica que las bajas calificaciones son por falta de dedicación y responsabilidad, el refuerzo escolar en verano es una buena opción.
Además de ayudar al niño a nivelarse adecuadamente, el refuerzo escolar creará en él una actitud de compromiso consigo mismo y con sus propios méritos. Recordemos que en su adultez estas cualidades van a ser necesarias para una vida exitosa.
Para evitar que los niños se aburran durante este tiempo, se le puede inscribir en un centro de educación que tenga una enseñanza lúdica. También se puede generar reforzadores positivos a la conducta que queremos incentivar. Por ejemplo, un reconocimiento público verbal a su esfuerzo o proponerle realizar actividades que le agraden al culminar el día de clases.
Asimismo, ayuda que los padres se involucren y acompañen en las tareas. Todos estos tips están orientados a motivar a estudiar al niño y a generar en su vida un equilibrio entre las responsabilidades y el placer. Este balance es sumamente importante en esta etapa de desarrollo.

Comparte esta noticia