Hay diferentes formas de ahorrar. Aprende las diferencias entre ellas y escoge la que mejor se acomode a tus necesidades.
Para guardar pan para mayo hay más de un método. Optar por una cuenta bancaria es uno de los más comunes, pero dentro del espectro financiero hay más de una opción. Por ejemplo, están las cuentas de ahorro y los depósitos a plazo fijo. ¿Cuáles son las diferencias entre ambos?
Los plazos. Las cuentas de ahorro, por norma general, tienen una duración indefinida lo que nos permite beneficiarnos de sus ventajas hasta el momento que decidamos cerrarlas. Los depósitos, por el contrario, tienen un plazo fijo, el cual puede durar de días a años.
La rentabilidad. Los depósitos suelen tener mayor rentabilidad que las cuentas de ahorro, pero también hay excepciones. Podemos encontrar cuentas con una remuneración fija por encima de los depósitos. Pide los datos precisos en tu entidad financiera.
La disponibilidad del dinero. Las cuentas permiten disponer del dinero sin afectar a los intereses obtenidos y sin penalización. Los depósitos a plazo fijo también tienen total disponibilidad, exceptuando contadas ocasiones. Eso sí, cuando decidimos retirar el dinero antes del plazo estipulado, se suele aplicar una penalización, como puede ser una rebaja en los intereses o una rentabilidad del 0% sobre el capital rescatado.
Las aportaciones. Otras de las diferencias que podemos encontrar está en si podemos añadir más capital a nuestro fondo. En el caso de las cuentas de ahorro podemos hacer las aportaciones que deseemos. Por el contrario los depósitos una vez abiertos no permiten hacer modificaciones, salvo muy raras excepciones.
El abono de los intereses. Por norma general la liquidación en las cuentas de ahorro se suele hacer de forma mensual, y en el caso de los depósitos a plazo fijo suelen tener el abono anual o al vencimiento. También podemos encontrar algunas excepciones tanto en cuentas como en depósitos y que las liquidaciones se realicen de forma mensual o semestral.
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