Gracias al Acuerdo Comercial con la Unión Europea se ha obtenido un acceso preferencial para el 99.3% de nuestros productos agrícolas.
A lo largo de los últimos años, se ha dado una creciente globalización económica, en la cual los negocios internacionales tienen un rol fundamental para el desarrollo de las naciones. Estos generan un impacto positivo en la dinámica de importación y exportación, así como en la creación de empleos de calidad y en la facilitación de flujos de inversión.
Como parte de este proceso de integración del Perú al sistema económico global, es esencial el uso estratégico de herramientas como los tratados internacionales, los cuales existen para facilitar el intercambio comercial y mejorar el acceso a los mercados de nuestros socios comerciales.
En este sentido, con orientación hacia una apertura comercial, nuestro país cuenta con una red de acuerdos comerciales que han creado oportunidades en nuestro mercado interno y nos han colocado en una posición atractiva para realizar inversiones en sectores como la minería y energía; además de proyectos en los campos de construcción, alimentos, confecciones, banca, comercio y logística.
En nuestro continente tenemos de socios comerciales a países como Colombia, Ecuador y Bolivia (Comunidad Andina), Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay (Mercosur) y Chile. Por otro lado, también tenemos en vigencia importantes acuerdos con Estados Unidos, la Unión Europea y China.
Acuerdos Comerciales entre Perú y la Unión Europea
En el caso de la Unión Europea, es importante recordar que se compone de veintiocho estados miembros; de los cuales tenemos a Alemania, Francia, Países Bajos (antes Holanda) y España como nuestros principales socios comerciales.
Como país exportador, Perú destaca por ser productor de productos tradicionales como el cobre, oro, derivados del petróleo, harina de pescado, plomo, zinc, gas natural, café, entre otros. Y de no tradicionales como los espárragos, uvas, calamar, algodón y mangos.
Con este Acuerdo Comercial se ha obtenido un acceso preferencial para el 99.3% de nuestros productos agrícolas y para el 100% de nuestros productos industriales. De hecho, estos tratados establecen una serie de ventajas para ambas partes, como la eliminación de barreras arancelarias para la importación y exportación de productos que cumplan con el régimen de origen.
Al igual que Estados Unidos, que importa más de 2 billones 600 mil dólares, Europa también se ha consolidado como un gran importador con una cifra de 6 mil millones de dólares anuales. Además, los estados europeos continúan un patrón parecido al norteamericano en cuando al requerimiento de productos no tradicionales.
En el continente europeo, el principal mercado para nuestros productos no tradicionales es Países Bajos. Erick García, consejero comercial de Perú en Países Bajos, refirió en el último semestre del año pasado, que gran parte de los productos que les exportamos estuvo conformado por alimentos y confecciones. Asimismo, debido a la complejidad para abarcar todos los estados miembros individualmente, gran cantidad de estos insumos fueron reexportados por Países Bajos a otros lugares países de su red de contactos, como Estonia y Rumania.
De esta manera, en los últimos años, Países Bajos se ha ubicado en las estadísticas mundiales de importación de productos agrícolas como el tercer importador mundial, detrás de Estados Unidos y Alemania. Tal es así que solo en el 2017, las importaciones de frutas frescas llegaron a los 4 500 millones de euros y las reexportaciones al resto de Europa alcanzaron los 4 000 millones.
Para Manuel Portugal Velarde, consultor en Comercio Internacional y profesor de la Carrera de Administración y Negocios Internacionales de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), las oportunidades para realizar negocios internacionales son muy amplias, ya que existe un mercado relativamente abierto y en el caso específico de la Unión Europa, hablamos de un continente que promueve la exportación de productos en países como Perú.
Además, señala que, frente a este panorama de buena recepción y la evidente necesidad de nuestros productos originarios en el extranjero, es urgente la aplicación de reformas que brinden facilidades para que empresas nacionales e internacionales puedan insertarse en la dinámica económica.
Por ello, es necesario recordar que en un escenario de promoción de negocios internacionales es indispensable que se integren políticas de investigación, innovación, manejo de tecnologías, infraestructura e institucionalidad. No obstante, Perú aún se encuentra en una posición muy distante respecto a otros países. Por ejemplo, según el Doing Business 2019, para iniciar un negocio en Perú existe una demora burocrática de 24,5 días mientras que en Singapur –el segundo país más competitivo del mundo– este proceso tarda un máximo de 1 hora y media.
“Puntos clave para los negocios internacionales son la competitividad y la innovación”, concluye Velarde, ya que si no se ejecutan mejoras constantes en la oferta empresarial, se genera un estancamiento en la capacidad competitiva del país, dejando el mercado abierto para que otras empresas ofrezcan productos más novedosos y hasta con mejores precios.
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