La Comisión Multisectorial del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN) confirmó la presencia de La Niña costera en nuestro país...
Durante las últimas semanas, se han registrado intensas precipitaciones en las zonas altoandinas y en un sector de la Amazonía. Estas lloviznas y la sensación de frío en la capital se deben a la presencia del fenómeno de La Niña, según explicó la Comisión Multisectorial del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN).
La comisión cambió su “estado de vigilancia” ante el fenómeno climático por un “estado de alerta”. Esto se debe a que las condiciones frías en la superficie marina de la región de Tumbes y Piura, así como a lo largo de la costa peruana, se mantuvieron durante tres meses consecutivos.
De acuerdo con ENFEN, La Niña costera traerá una mayor sensación de frío y lluvias con más intensidad en la sierra y selva, además de posibles caídas de huaicos. Además, la temperatura del verano bajará un grado y medio.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (SENAMHI) anunció que se presentarán lluvias con tormentas y ráfagas de viento en los siguientes departamentos: Huánuco, Pasco, Lima, Junín, Huancavelica, Ayacucho, Ucayali, Cusco, Madre de Dios, Arequipa y Apurímac.
Al respecto, Grinia Ávalos, la subdirectora de predicción climática de SENAMHI, sostuvo que, al confirmarse el fenómeno de La Niña costera, tendremos un “verano fresco”. Asimismo, Ávalos indicó que, de persistir estas intensas lluvias, esto podría afectar directamente a la producción de algunos cultivos. “Si estas anomalías superan de manera sistemática valores que afecten cultivos costeros, ello podría tener impacto en la producción de los mismos”, aclaró.
Sin embargo, ENFEN agregó que existe poca probabilidad (un 21 %) de que La Niña costera continúe entre los meses de febrero y marzo, debido a que las condiciones climáticas del mar peruano no fomentarían su permanencia. “El pronóstico es que, para los siguientes meses, las condiciones del mar norteño serían alrededor de lo normal. Con ello, no serían lo suficientemente frías para que La Niña costera continúe”, sostuvo Grinia Ávalos, quien también es coordinadora técnica de la comisión.
Cuando La Niña llegó a la costa peruana en el año 2011, ocasionó una grave escasez de agua en el norte, por lo que los reservorios de Poechos (Piura) y Tinajones (Lambayeque) tuvieron que ser cerrados. Dos años después, en el 2013, afectó los cultivos de arroz, cacao y plátano (que requieren mucha agua), así como la ganadería local ante la falta de pasto para los animales.
No obstante, Manuel Morán, jefe del Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) de Tumbes, afirmó que la región posee un plan de contingencia ante una posible sequía producida por La Niña. “Siempre monitoreamos la capa freática (agua subterránea) para fijar nuestra disponibilidad del recurso hídrico”, dijo.
La Niña también suele incidir en el comportamiento de los animales marinos del norte peruano, ya que los peces de aguas cálidas se retiran mar adentro a causa del enfriamiento del litoral.
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