No solo es importante mantener la atención del público a lo largo de la charla, sino también asegurarte un cierre perfecto.
“Si has conseguido mantener la atención del público a lo largo de una exposición, no arruines todo con un mal final”, dice Chris Anderson, presidente de TED (Tecnología, Entretenimiento y Diseño) en su libro Charlas TED, un manual en el que analiza las claves para generar empatía e intercambiar conocimiento durante una presentación.
A partir de todas las charlas en las que ha estado presente, Anderson identificó las peores formas de acabar con una intervención. Aquí algunas de ellas:
No seas ambiguo ni caigas en la tentación de tener un cierre vacío, soñador, que no aporte nada a la conclusión de tu tema.
Nunca termines con un video a modo de resumen. El experto menciona que es primordial tener la última palabra.
Trata, en lo posible, de absolver las dudas de tus oyentes antes de que empiecen los aplausos.
Cuando des las gracias trata de no ser muy efusivo. Esa actitud podría incomodar a tu público.
Debes saber en qué momento exacto acabarás con la presentación. “Es asombroso cuántas charlas pasan por una serie de falsos finales. A menos que planifiques bien tu conclusión, te verás añadiendo un párrafo tras otro”, dice.
Finalmente, evita, sobre todas las cosas, disculparte si no te ha alcanzado el tiempo para abordar todos los temas. “Recuerda que tu misión es dar la mejor charla posible con el tiempo disponible”, sentencia.
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