Los frutos secos contienen grasas y proteínas valiosas pero debemos cuidar su consumo para aprovechar todos sus nutrientes sin excedernos en calorías.
Los frutos secos están considerados en la categoría de súper alimentos por su contenido de grasa, proteínas, fibra, magnesio, hierro y vitaminas del complejo B. Entre ellos destacan las almendras, nueces, castañas, pasas y avellanas, los que se constituyen en una opción de snack perfecto a media mañana o por las tardes, aunque es vital tener en cuenta que por su alto contenido de oligoelementos su consumo no puede excederse. Por ello, la especialista en dietética Grecia Bellmunt recomienda consumir entre 25 a 30 gramos al día.
La ingesta diaria de un puñado de frutos secos puede ayudar a vivir más. Entre sus beneficios se incluyen:
- Su consumo reduce hasta en 30% la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares como hipertensión o infarto de miocardio. Su contenido de omega 3 y 6, antioxidantes y otros ácidos grasos saludables previenen estos males tanto como lo hace la aspirina, según la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard.
- Comerlos también puede ayudar a controlar el estrés
- Por su contenido de ácido fólico contribuye a disminuir los síntomas premenstruales.
- Una gran proporción de su contenido son grasas buenas porque son grasas insaturadas, alimentos cardioproteicos que ayudan a reducir los niveles de colesterol total y LDL colesterol, que conocemos como colesterol malo.
Aquí te brindamos algunos tips para consumirlos de la manera más adecuada y poder aprovechar todos sus nutrientes:
1. Lo mejor será siempre su ingesta de forma natural y sin aditivos. Tenemos que evitar los confitados o a los que les agregan harinas (en forma de galletas), picante (que irrita las paredes estomacales) y otros que aumentan su valor calórico.
2. Para los hipertensos o los diabéticos no se recomiendan los frutos secos con exceso de sal o azúcar.
3. En el caso de las nueces es preferible mantenerlas con la cáscara antes del consumo. Esto hará que estén frescas y no pierdan sabor.
4. Un truco para reconocer si los frutos secos son frescos es ponerlos en una bolsa y si al sacudirlos el sonido es fuerte como un cascabeleo no conviene comprarlos. Verifica que el color sea uniforme y vivo, no descolorido ni agrisado.
5. Agrega frutos secos en ensaladas o guisos para darle un sabor especial a sus preparaciones, pero considera esto como parte de la ración recomendada por los nutricionistas.
6. Una buena idea es cambiar el pop corn que consumimos al ver una película por una bolsa de frutos secos que no supere los 100 gramos de consumo, que ya de por sí es excesivo. Recuerda que lo ideal es 30 gramos al día.
7. Si lo que buscas es cuidar tu bolsillo compra frutos secos frescos en el mercado y a granel. Encontrarás una mayor variedad y ahorrarás dinero.
8. Conserva estos productos en un lugar seco para que logren mantenerse buen tiempo.
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