Nutrición saludable, amistad, actividad física, descanso, actitud positiva y un propósito en la vida son determinantes para alcanzar la longevidad al estilo de la población de Okinawa.
Los japoneses; en específico, los habitantes de la isla de Okinawa, son conocidos por su extraordinaria longevidad. “En esta isla hay más personas mayores de 100 años por 100.000 habitantes que en cualquier otra región del planeta”, refiere el libro “Ikigai: Los secretos de Japón para una vida larga y feliz”, escrito por Héctor García y Francesc Miralles, quienes hicieron el trabajo de campo para su libro en Ogimi, Okinawa, en donde entrevistaron a cien ancianos que les revelaron sus secretos para vivir sanos y felices.

Entre los hábitos que cultivan los habitantes de Okinawa, en especial al norte de la isla, los autores del libro identificaron los siguientes factores que son determinantes para alcanzar la longevidad en buena forma física y con un estado emocional en perfecto balance:
Alimentación saludable: Su dieta incluye muchas verduras y tofu y, por el contrario, comen poca carne y alimentos procesados y beben alcohol con moderación. Comen en platos pequeños y dejan de alimentarse cuando sienten que su estómago está al 80% para no someter al cuerpo a una larga digestión.
Buenas conexiones sociales: Tienen un alto sentido de pertenencia a una comunidad, mantienen un grupo de amigos muy cercanos y buenas relaciones dentro de la familia.
Ejercicio suave: No hacen actividades deportivas extremas, pero se mueven todos los días al caminar y muchos practican jardinería.
Gestión del tiempo: Le dan importancia al descanso, con lo que se reducen los niveles de estrés.
Cuidan su piel: No exponen la piel al sol sin usar protector solar, se lavan la piel con agua pura antes de acostarse, no fruncen constantemente el ceño y beben un par de litros de agua al día para que su piel esté adecuadamente hidratada.
Se mantienen positivos: Hay que aceptar los retos con buena actitud y saber gestionar las emociones de manera positiva. La serenidad ante las dificultades reduce los niveles de ansiedad y estrés, y estabiliza la conducta.
Una vida significativa: Los japoneses llaman Ikigai a una vida que tenga significado. Si la existencia tiene un propósito será más fácil sobreponerse a los obstáculos y tener la fuerza que nos ayude a alcanzar nuestros objetivos. Por el contrario, la frustración existencial aparece cuando el sentido de la vida está ausente.