El flujo de ciudadanos venezolanos impulsa el desarrollo económico del Perú: en 2024, aportó 530 millones de dólares, según la OIM. Sin embargo, desafíos como la informalidad laboral y el acceso limitado a servicios básicos aún persisten. Descubre todos los detalles en la siguiente nota.
Perú alberga a más de 1,6 millones de migrantes y refugiados venezolanos, siendo el segundo país en el mundo con mayor cantidad de personas con esta nacionalidad al 2023, de acuerdo con las últimas cifras de ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidad para los Refugiados).
Además del impacto social, esta presencia ha representado un aporte significativo para la economía local. El reciente informe titulado “Análisis Exploratorio de la Contribución Fiscal y Económica de la Migración Venezolana en Perú” realizado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que, en 2024, los migrantes de nacionalidad venezolana contribuyeron con 530 millones de dólares a la economía peruana, representando un 1,35% de los ingresos fiscales totales del país. Además, el 96,1% de sus gastos permanece dentro del territorio nacional, dinamizando el mercado interno.
"La migración actúa como un poderoso catalizador para el desarrollo, y este estudio proporciona evidencia convincente de cómo puede estimular tanto el progreso económico como social en las naciones anfitrionas", señaló Diego Beltrand, enviado especial de la OIM.
Es importante mencionar que este impacto positivo podría ser aún mayor con la regularización completa de los migrantes y su integración en el mercado laboral formal, lo que podría elevar su contribución fiscal a casi 797 millones de dólares anuales.
Grandes desafíos
No obstante, persisten grandes desafíos relacionados con la plena inserción de los migrantes en la sociedad peruana. Uno de los mayores retos es la integración laboral. Aunque el 81% de los venezolanos en edad de trabajar tiene empleo, el 49,3% posee títulos de educación superior, pero la mayoría está empleada en la informalidad debido a las dificultades para validar sus calificaciones profesionales. Según datos de la OIM, solo el 9,5% logra desempeñarse en su área de especialización.
Además, se suma que las mujeres migrantes enfrentan mayores dificultades para acceder a oportunidades laborales en comparación con los hombres, con un alarmante 43,7% desempleadas. Asimismo, el acceso a servicios públicos esenciales, como salud y educación, continúa siendo limitado.
¿Cómo mejorar y hacer un cambio para los migrantes venezolanos?
En ese sentido, Beltrand sugiere priorizar cuatro aspectos clave:
· Inclusión económica: Generar canales regulares y garantizar derechos laborales comparables a los de las comunidades locales.
· Acceso a servicios básicos: Integrar a los migrantes en sistemas nacionales de educación y salud.
· Inclusión social: Fomentar la cooperación entre migrantes y locales para fortalecer la cohesión social.
· Análisis de datos: Recolectar información sobre los perfiles y necesidades de los migrantes para implementar políticas públicas efectivas.
Con iniciativas que promuevan su integración, los migrantes venezolanos continuarán siendo un motor de desarrollo para el Perú, demostrando que los sueños, cuando se suman al esfuerzo, construyen un futuro compartido.
Planifica, ahorra y crece es una campaña de la Fundación Konrad Adenauer Stiftung (KAS).
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