Somos un país panetonero y con mucho gusto. ¿De dónde viene esta tradición y por qué el panetón es un producto infaltable en las mesas peruanas? Conoce más en esta nota.
Estamos en diciembre, se acerca la Navidad y algo que nunca falta en las mesas de los hogares peruanos es el panetón, una tradición antigua que cada año sigue reuniendo a miles de familias alrededor de una mesa, creando el momento perfecto para recordar anécdotas, ponernos nostálgicos, reír, demostrar afecto y mantener la unión familiar.
Ya sea con sus típicas pasas y frutas o con sus modernas chispas de chocolate, el panetón viene ocupando por muchos años un lugar especial. Esta tradición tiene su origen en Italia y desde la década del 50, es decir, hace más de 70 años, se industrializó y alcanzó su popularidad en el Perú, a tal punto que hoy es infaltable en esta época navideña.
¿Por qué se mantiene la tradición de compartir un panetón en Navidad?
Nuestro país es uno de los mayores consumidores de panetones del mundo y razones no nos faltan: este pan dulce especial ha robado nuestros corazones y se ha posicionado como el ingrediente especial en las fiestas. ¿Por qué lo amamos tanto? A continuación, te contamos tres razones que explican la tan arraigada tradición de compartir un panetón en Navidad:
1) Las tradicionales y características pasas negras y frutas confitadas nos recuerdan que se trata de un pan especial para celebrar y hacen que tenga ese sabor especial que combina de forma excelente con un buen chocolate. ¿Sabías que para hacer las frutas confitadas se emplean ingredientes como papaya y cáscara de naranja?
Además de todo esto, su agradable e inconfundible olor nos lleva directamente a recordar los viejos momentos que pasamos de niños: la nostalgia, el amor y el espíritu navideño son la receta de un buen panetón.
2) No hay frase más cierta que esta: “Sin panetón no hay Navidad”, y es que como buenos peruanos hemos hecho nuestra esta tradición navideña. Hoy no solo existen los clásicos con frutas y pasas, sino incluso con chispas de chocolate, con helado e incluso con ingredientes peruanos como quinua o kiwicha. Hay un tipo para cada persona.
Nadie puede negar que somos un país panetonero: superamos a países como Italia y Brasil, siendo los principales consumidores del mundo. Según un estudio de Worldpanel de Kantar (2019), el consumo de este producto navideño tan tradicional alcanza los 5,6 kilogramos al año en cada hogar peruano.
3) Su presentación y facilidad para compartirlo hacen que sea ideal para todo momento: ya sea para una visita a los familiares, hablar con un amigo que no vemos hace mucho, levantar el ánimo luego de un mal día, dar una buena noticia, y, sobre todo, para reunirnos con la familia y compartir amor. ¿Cuántas historias hemos contado y oído comiendo un panetón? Es el motivo perfecto para compartir.
De hecho, los panetones se hornean en unas bolsas de papel especiales, las cuales permiten que crezcan y alcancen cierta altura. Gracias a ellas, podemos obtener un producto bien horneado y con la forma perfecta para compartir con los seres queridos.
Panetón, un símbolo de unión familiar
Estas fiestas nos recuerdan que la verdadera tradición navideña no es solo comer un buen panetón, sino hacerlo junto con nuestros seres queridos: padres, madres, hermanos, familiares, amigos y colegas. Regalar un panetón es una de las mejores ideas para acercarnos más al otro, para recordar, sonreír y abrazar los buenos deseos.
Mantengamos la tradición de compartir un buen panetón esta Navidad y no olvidemos que lo más importante de estas fechas es estar cerca de quienes más queremos, fomentando la unión familiar y compartiendo momentos inolvidables.
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