La peruana Tatiana Espinosa, directora ejecutiva de la ONG Arbio Perú, recibió el premio Jane Goodall en Nepal, en reconocimiento de su labor en Madre de Dios.
Se dice que la Amazonía es el pulmón del planeta, debido a que ocupa el 40 por ciento de todo el territorio y alberga la mayor parte de la biodiversidad. Sin embargo, en las últimas décadas, problemas como la expansión de la agricultura y la tala ilegal amenazan la integridad de su flora y fauna.
Existen personas que, a lo largo de la historia, han dedicado su vida a la conservación de la naturaleza y cuya vida ha servido para inspirar a otros. Como Jane Goodall, quien en su juventud inició la arriesgada misión de investigar a los chimpancés salvajes en Tanzania y se convirtió en la más importante primatóloga y antropóloga.
En su honor, el premio Jane Goodall Hope and Inspiration Ranger Award es otorgado por la Federación Internacional de Guardaparques-IRF, The Thin Green Line Foundation y la International Union for Conservation of Nature/World Commission of Protected Areas a la persona que, a pesar de los obstáculos, ha logrado llevar adelante acciones de conservación para proteger áreas y especies amenazadas inspirando a otros.
Es así como este mes, en Nepal, se otorgó este galardón a Tatiana Espinosa, fundadora de la ONG Arbio Perú, en reconocimiento a la labor de conservación ambiental que desarrolla en Madre de Dios, protegiendo las zonas con amenaza de deforestación.
La labor de Arbio Perú
La ingeniera forestal e investigadora peruana, Tatiana Espinosa, lleva una década trabajando por la conservación de los bosques en la región Madre de Dios a través de la Asociación para la Resiliencia para el Bosque Amazónico, conocida como Arbio.
De esta manera, asumió el reto de administrar esta concesión forestal con el objetivo de preservar las especies de árboles más grandes de la Amazonía, como el shihuahuaco, vulnerable a la tala ilegal que pone en peligro su existencia.
Arbio surgió de la vocación e iniciativa voluntaria de Tatiana y sus dos socias: Rocío y Gianella, quienes se convirtieron en las guardianas de este bosque. Así como ellas, los guardaparques son reconocidos por los gobiernos como los principales protectores de los parques, reservas y demás áreas protegidas del planeta.
Es importante recalcar que, a pesar del importante rol que cumplen los guardaparques, especialmente los que trabajan en las áreas protegidas de Perú, su función no es debidamente valorada y aún hace falta un trabajo sostenido de parte del Estado y la comunidad.
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