Empezó como hobby, nunca se imaginó que años después tendría su propio emprendimiento de comercialización de pescados. Conoce la historia de Karin Abensur, una mujer que lucha por hacer una pesca responsable y sostenible en el país.
En el 2002, con tan solo 18 años, la estudiante de ingeniería pesquera, Karin Abensur, inició su historia de emprendimiento. Su amor al mar y su curiosidad por descubrir y aprender nuevas cosas la llevó a lugares inimaginables.
Karin cuenta que un día le preguntó al pescador con más experiencia de Punta Hermosa si podía subirse al bote con él y acompañarlo durante la pesca. Ella comenzó vendiendo pescado junto a él y aprendió los gajes del oficio. No fue suficiente y su hambre por seguir aprendiendo la llevó a Estados Unidos, donde encontró la oportunidad perfecta para comprase más herramientas de pesca que la ayudaría a mejorar su sistema de trabajo.
Cuando terminó sus estudios, estaba lista para hacer algo suyo. Poco a poco, se fue ganando la confianza y el respeto de los pescadores, quienes deslumbrados por su capacidad de pesca la iban siguiendo mar adentro. Un día, llegó a pescar tres tollos y 30 lenguados. Llamó a su hermana y le preguntó si la ayudaría a vender los pescados. Su hermana decidió ayudarla, pero primero le dijo que los pescados debían estar fileteados y empaquetados adecuadamente para poder venderlo. Así nació Karin Ecofish.
Karin Ecofish: emprendimiento social que mejora la calidad de vida del pescador artesanal
Siempre ha querido ser su propia jefa y esta vez, su pasión (el mar peruano) le dio la posibilidad de hacerlo, de manera responsable.
Su hermana le habló sobre los concursos que realiza el Ministerio de la Producción (PRODUCE) para los jóvenes que tienen una idea de negocio sustentable y sostenible. En el 2016 se inscribió y un año más tarde ganaba el concurso de StartUp Perú, con su negocio Karin Ecofish.
Hoy, su empresa brinda trabajo a más familias dedicadas a la pesca artesanal y abastece entre 40 a 50 familias semanales (en invierno) con especies nutritivas y con lo que ella denomina ‘la pesca del día’. Entre las especies que más comercializo está el bonito, pejerrey, perico, tollo, caballo, entre otras, añade Karin.
El fondo que obtuvo gracias al concurso le ha permitido cerrar la cadena de comercialización. Actualmente, distribuye a cinco distritos de Lima: Surco, San Baroja, Miraflores, Barranco y San Isidro. En el Perú hay más de 160 muelles artesanales que necesitan una zona de biseramiento adecuada para poder llevar los filetes de la pesca artesanal del Perú al otro lado del mundo, sostiene Karin. Su misión es expandir la pesca artesanal y posicionar al Perú como un país responsable y líder en dicho rubro.
Comparte esta noticia