Con la esperanza de romper las barreras sociales y económicas que existen en nuestro país, María del Carmen Silva imparte clases gratuitas de ballet a las niñas de las zonas más pobres de Lima, dándoles la oportunidad de prepararlas para un futuro mejor.
El Perú es un país donde 7 millones de personas viven con solo 105 dólares al mes; además, tiene una de las tasas de inversión en educación más bajas de la región. Un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), sostiene que nuestro país invierte solo un 3.7% al sector educación, ubicándose en los últimos lugares de la lista. Lo que significa que el ballet, por ser muy caro, no es una actividad que se pueda realizar en las zonas más pobres de nuestro país.
Sin embargo, esta realidad no es un imposible para María del Carmen Silva, ex integrante del Ballet Nacional, quien desde hace más de 11 años da clases gratuitas a las niñas de las comunidades más pobres de Lima. Su objetivo es utilizar la danza como un medio para enfrentar mejor la vida.
Las madres bajan desde sus casas de cartón en las colinas pedregosas para ver ensayar a sus hijas. Las observan a través de una ventana mientras las pequeñas flexionan sus pies, piernas y brazos en sincronía con la música. María del Carmen Silva corrige los movimientos de ballet de decenas de alumnas que, en poco tiempo, han logrado aprender las técnicas de un baile clásico y sofisticado.
Ballet sin fronteras
Con la esperanza de romper esta barrera y establecer amistades entre las distintas clases sociales, todas las tardes de lunes a viernes, las alumnas del colegio público de desplazan al taller privado, ubicado en el barrio residencial de Miraflores. La maestra de 52 años enseña conceptos valiosos como el respeto, la solidaridad y la disciplina, mientras perfecciona las técnicas de baile de sus pequeñas bailarinas.
El trabajo de integración se intensificó desde hace un año, cuando María del Carmen Silva formó un grupo con el que viajó en 2018 a Rio de Janeiro para participar en un torneo de danza.
Hacia el extranjero
María del Carmen Silva está decidida a hacer del ballet una experiencia similar a proyectos reportados en Nueva York, Manila y Nairobi. Su objetivo inmediato es viajar en noviembre a Orlando, Florida, para participar en una competencia de baile, pero solo podrá cumplir su sueño si logra recaudar el dinero suficiente para los pasajes de avión de las niñas.
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