Para lograr un producto perfecto es necesario hacer distintas pruebas y solucionar los errores hasta obtener el ideal.
Los prototipos son una simulación final del producto, similar a una maqueta. Su objetivo es verificar que el flujo de interacción esperado es el correcto o si es necesario ajustarlo para mejorarlo.
Cada una de las versiones previas a la final, proporciona información acerca de las necesidades del usuario, la viabilidad del producto y la utilidad del diseño. Estas suelen ser diseños de baja calidad y sin mayor esfuerzo en detalles ya que es una simulación del producto concluso.
Para crearlos es necesario menos tiempo y calidad de materiales, así podrán hacerse varias versiones hasta solucionar cada error hallado.
¿Cómo podemos crear uno de nuestros productos? Estas son algunas técnicas y herramientas para poder lograr simular lo que necesitamos:
Papel: Si lo que estás realizando es una aplicación, o un programa de computadora, puedes usar fichas o notas que simulen desplegables o acciones y hacer cambios según las expectativas de los usuarios. El inconveniente es que no ofrece la “sensación de clickabilidad” o uso real de esta, pero ayuda a mejorar los procesos planeados.
Adobe Fireworks: Para hacerlo realista se puede utilizar este programa que simula ser la versión final de tu aplicación o programa. Incluso se apoya en un entorno similar al final para poder realizar testeo de diseño dentro del proceso.
Si no quieres encargarte de hacer tú mismo el prototipo, puedes delegarlo a una persona o empresa. El portal tecnológico ‘Gremyo’ nos indica algunos detalles importantes que debemos conocer.
1. Conoce bien lo que buscas para poder explicar las especificaciones de tu prototipo.
2. Recuerda que uno virtual y uno real son distintos. Investiga la terminología para evitar sobrecostos.
3. Verifica los trabajos previos de los fabricantes.
4. Investiga el tiempo y costo de desarrollar tu prototipo para manejar tu ritmo y preparación.
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