El uso de violencia en la crianza afecta también la manera en que se relacionarán en el futuro. Te contamos por qué elegir el afecto es la mejor opción.
Educar es una tarea que implica mucha responsabilidad. Ser madre o padre no es una labor fácil, pero siempre se debe tener en cuenta que educar con violencia afecta al niño, a la familia y a toda la sociedad.
Yakelin Caycho, especialista de Aldeas Infantiles SOS Perú, nos cuenta tres razones fundamentales para no usar la violencia como parte de la crianza:
1. Porque relaciona al amor con la violencia
Si usas violencia para educar a tus hijos, les estás enseñando —inconscientemente— que las personas que los quieren tienen derecho a dañarlos.
Las niñas y niños están en pleno proceso de desarrollo y pueden interiorizar que "si mi papá o mamá, que es la persona que más me ama en el mundo, me pega, es normal que cualquier otra persona que me quiera pueda agredirme”. De esa manera, cuando sean adultos e inicien sus relaciones interpersonales, probablemente empiecen a justificar y/o normalizar situaciones violentas por parte de su pareja y/o amigos.
2. Porque relaciona a la autoridad con la violencia
Los padres agreden a sus hijos porque hay una relación de poder. De esa manera, lo que les estamos enseñando es que toda persona que tenga más autoridad que ellos, puede agredirlos. En el futuro, esto no solo impactará en sus relaciones de pareja, sino incluso en el ámbito laboral.
Además, con el uso de violencia como método de disciplina, los menores aprenden a obedecer desde el miedo y la sumisión.
3. Porque enseña que la violencia es la forma adecuada de resolver conflictos
Si la niña o niño ve a sus padres peleándose o si los ve peleando con otras personas, cuando vaya al colegio va a actuar igual porque va interiorizar que esa es la manera correcta de resolverlo.
Esta dinámica también ayuda a entender el comportamiento de la sociedad en general. Cuando uno agrede a un menor, no solo causa el daño físico, pues la violencia también genera otras conductas que van a marcar su futuro estilo de vida.
Apuesta por una crianza afectiva
Para que haya espacios de disciplina, antes deben haberse establecido normas. Las normas son pautas que ponen los adultos para crear un espacio seguro de convivencia que proteja no solo a las niñas, niños o adolescentes, sino a todos los integrantes del hogar.
Las normas posibilitan un espacio seguro y libre de violencia en las familias para que todos los que viven en ellas puedan desarrollarse plenamente. Pero para que estas reglas garanticen protección, no solo deben ser cumplidas por las hijas e hijos, sino también por los adultos: la mejor manera de enseñar es a través del ejemplo.
Tú también colabora con la niñez participando en la colecta “Cuento Contigo”, que va del 6 de marzo al 9 de abril.
“Cuento Contigo” es el nombre de la colecta de Aldeas Infantiles SOS Perú; que busca brindar alimentación y cuidado integral a las niñas, niños y adolescentes durante la emergencia por las intensas lluvias e inundaciones que han afectado fuertemente al país. Por favor, dona a través de Yape o Plin, al número 943 195 645. La mejor ayuda que puedes brindarles es hoy.
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