El agujero negro había triturado a la estrella en el 2018. Tres años después, está “eructando” su energía sobrante en un “acto sin precedentes”.
Un agujero negro ha eliminado material de una estrella que trituró hace tres años en un hallazgo que ha desconcertado a los científicos.
"Esto nos tomó completamente por sorpresa, nadie había visto algo así antes", dijo en un comunicado Yvette Cendes, astrónoma del Centro de Astrofísica de Harvard y Smithsonian que dirigió la investigación. "Es como si este agujero negro hubiera comenzado a eructar abruptamente un montón de material de la estrella que se comió hace años".
Un eructo estelar
En octubre de 2018, se observó que el agujero negro, ubicado en una galaxia a 665 millones de años luz de la Tierra, desgarraba una estrella que se había acercado demasiado.
Ese fenómeno es denominado evento de interrupción de mareas (TDE por sus siglas en inglés) y es común entre los astrónomos. Suelen ocurrir cuando objetos como las estrellas se acercan a los agujeros negros y la influencia gravitatoria masiva que encuentran genera fuerzas de marea que estiran la estrella en una dirección mientras la aplastan en la otra dirección, "espaguetizando" su cuerpo.
A medida que este material cae sobre el agujero negro, se calienta y genera un destello de luz que los astrónomos pueden detectar a millones de años luz de distancia. De vez en cuando, el agujero negro escupe algo de este material estelar de vuelta al espacio.
Sin embargo, en este nuevo TDE llamado AT2018hyz, el agujero negro está expulsando material a unos 480 millones de kph, aproximadamente la mitad de la velocidad de la luz. El número convencional no supera el 10 % de dicha velocidad.
"Esta es la primera vez que presenciamos un retraso tan largo entre la alimentación y la salida", dijo en el comunicado el coautor del estudio, Edo Berger, profesor de astronomía en la Universidad de Harvard.
Investigando comidas espaciales
Los astrónomos detectaron este evento mientras buscaban signos de TDE que ocurrieron en los últimos años. Los datos que recopilaron en ondas de radio con el Very Large Array en Nuevo México mostraron que este agujero negro había vuelto a la vida misteriosamente en junio de 2021.
El equipo estudió el evento en múltiples longitudes de onda de luz y con una variedad de telescopios, incluido el VLA, el radiotelescopio MeerKAT en Sudáfrica y el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array en Chile, y descubrió que las observaciones más sorprendentes de AT2018hyz fueron en radiofrecuencias.
Ahora, el equipo investigará si el retraso entre la alimentación y la emisión es exclusivo de AT2018hyz o si es un evento más común que los astrónomos han pasado por alto.
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