Los científicos chinos se han convertido en los primeros en realizar la distribución de claves cuánticas hasta la Tierra desde un satélite.
El primer satélite de comunicación cuántica que China puso en el espacio hace un año logró enviar con éxito datos a la Tierra, sentando las bases para construir una red global de comunicación cuántica, informaron fuentes oficiales.
La agencia oficial de noticias Xinhua explicó que el QUESS, siglas en inglés de "Experimentos con Cuantos a Escala Espacial", ha operado con éxito y que sus resultados han sido publicados en la revista académica Nature.
Un hito histórico. Los científicos chinos se han convertido en los primeros en realizar la distribución de claves cuánticas hasta la Tierra desde un satélite, después de que en agosto del año pasado fuera enviado desde el centro de lanzamiento espacial de Jiuquan, en el desierto de Gobi (noroeste de China), a una altitud de 500 kilómetros.
La comunicación cuántica está basada en cambios de estado de partículas subatómicas como los fotones y en la práctica podría tener dos grandes usos: un sistema de transmisión de datos más rápido que los actuales e imposible de interceptar y, más remoto y complicado, la teleportación.
Adelanta a las potencias mundiales. EE.UU., Europa o Japón ya han experimentado con comunicación cuántica en superficie, pero China, que también ha comenzado a desarrollar una red de transmisión de este tipo entre Pekín y Shanghái, es el primero que lleva la investigación al espacio.
El equipo científico chino que desarrolla estos experimentos está dirigido por el físico cuántico Pan Jianwei, quien explicó que el satélite envió claves cuánticas a las estaciones terrestres en Xinglong (Hebei, norte de China) y Nanshan (Xinjiang).
Cómo se logra enviar datos. La distancia de comunicación entre el satélite y la estación terrestre varía de 645 kilómetros a 1,200 kilómetros y la velocidad de transmisión de la clave cuántica es de hasta 20 órdenes de magnitud más eficiente que la experimentada usando una fibra óptica de la misma longitud.
Cuando el satélite vuela sobre China proporciona una ventana del experimento de cerca de 10 minutos. Durante ese tiempo, la clave segura de 300 kbit puede ser generada y enviada por el satélite, según explicó Pan. "Eso, por ejemplo, puede satisfacer la demanda de hacer una llamada telefónica segura absoluta o transmitir una gran cantidad de datos bancarios", señala. (EFE)
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