Durante unos segundos, el cielo se ilumina repentinamente en la luz más energética del espectro electromagnético, los rayos gamma, capaces de dañar los tejidos humanos y el ADN. Afortunadamente, para la vida en la Tierra, estas explosiones tan violentas ocurren en galaxias muy distantes de la nuestra.
Ningún escenario conocido es capaz de explicar de forma satisfactoria la violenta explosión de rayos gamma detectada recientemente fuera de nuestra galaxia. Su verdadera naturaleza sigue siendo un misterio.
Los estallidos de rayos gamma (GRBs por sus siglas en inglés, Gamma Ray Bursts) ocupan el primer puesto de entre los eventos más energéticos del universo.
Durante unos segundos, el cielo se ilumina repentinamente en la luz más energética del espectro electromagnético, los rayos gamma, capaces de dañar los tejidos humanos y el ADN. Afortunadamente, para la vida en la Tierra, estas explosiones tan violentas ocurren en galaxias muy distantes de la nuestra.
Alerta ante un estallido totalmente desconocido
El 2 de julio de 2025, el telescopio espacial de rayos gamma Fermi de la NASA alertó sobre un estallido que se repitió varias veces en el transcurso del día y que resultó ser totalmente desconocido hasta la fecha. Dada la magnitud del hallazgo, hasta cuatro observatorios diferentes, incluido el Hubble, participaron en el estudio del recién bautizado GRB 250702B. Los resultados han sido publicados en la prestigiosa revista The Astrophysical Journal.
Además, se consiguió localizar la fuente de esta potente radiación en una galaxia alejada de la Vía Láctea.
Pero ¿qué características generales tienen estos verdaderos cataclismos cósmicos, tan impredecibles para los astrónomos que observan el universo en su luz más energética?
Provienen de cualquier dirección del cosmos
Los GRB no están localizados en una región determinada del universo y pueden ocurrir en cualquier dirección e instante. Al no poder predecir cuándo y dónde tendrá lugar el siguiente estallido, telescopios espaciales en activo, como el Fermi de la NASA, y otros en diseño, como el e-ASTROGRAM de la Agencia Europea, monitorizan constantemente el cosmos en busca de estos eventos tan energéticos.
De hecho, científicos del Laboratorio Nacional de los Álamos en EE. UU. estaban estudiando los datos recogidos el 2 de julio de 1967 por satélites norteamericanos especializados en rayos gamma (buscando una posible explosión nuclear soviética en el espacio) cuando encontraron algo que no encajaba. Los gráficos indicaban un pico de intensidad, una bajada drástica, otro pico de menor intensidad y una bajada final mucho más suave, hasta desvanecerse completamente. Y todo esto en unos pocos segundos.
Había sido descubierto el primer estallido de rayos gamma en el espacio, sin relación alguna con actividad humana, exactamente 58 años antes que el insólito GRB 250702B, que ahora causa desconcierto entre los científicos.
Desde entonces, miles de GRB han sido detectados por observatorios espaciales en todas las direcciones del cosmos, siendo el experimento BATSE de la NASA pionero en esta búsqueda de brotes repentinos de rayos gamma.
Liberan en pocos segundos una ingente cantidad de energía
Estamos hablando de los sucesos más energéticos del universo.
Para hacernos una idea de su magnitud, el estallido de rayos gamma más brillante hasta la fecha, denominado GRB 221009A, liberó durante sus 290 segundos de duración 1 000 veces más energía que el Sol en los últimos 4 500 millones de años.
Así, en los instantes iniciales, los GRB emiten una gran cantidad de energía en el rango de los rayos gamma, la radiación más energética del espectro electromagnético. Posteriormente, la intensidad del estallido se va atenuando en otras longitudes de onda, pasando progresivamente por rayos X, luz ultravioleta, luz visible, infrarrojo y ondas de radio.
Esta parte final del estallido o posluminiscencia –afterglow, en inglés– puede durar hasta meses y es causada por la interacción del haz altamente energético con el gas interestelar circundante. Los afterglows ponen de manifiesto el origen extragaláctico de los GRB, aunque se han identificado explosiones de rayos gamma sin este tramo final de intensidad decreciente.
No hay dos estallidos de rayos gamma idénticos
A partir de los datos recogidos por los observatorios astronómicos, los investigadores son capaces de estudiar los GRB mediante unos gráficos característicos denominados ‘curvas de luz’. En ellos se representan la energía del estallido (eje vertical) en función del tiempo (eje horizontal).
No hay dos estallidos iguales, como se puede apreciar en esta sucesión de curvas de luz. Algunos son de corta duración, otros más largos, algunos débiles, otros más intensos, unos tienen más picos de intensidad, otros no presentan ninguno, cada uno diferente del otro.
Asociados a los eventos más catastróficos del universo
Es difícil conocer con detalle las causas de estas explosiones tan violentas, principalmente debido a la enorme distancia que nos separa. Sin embargo, dependiendo de la duración del GRB, existen diferentes explicaciones bastante aceptadas en la actualidad.
Mientras que los de larga duración (mayores de 2 segundos) estarían asociados a los instantes finales de una estrella masiva moribunda o supernovas, los de menor duración o short-GRB tendrían su origen en la fusión de dos objetos compactos como dos estrellas de neutrones o un agujero negro y una estrella de neutrones.
En este sentido, una hipotética interacción entre un agujero negro primordial de tamaño atómico y una estrella de neutrones generaría un GRB único de muy corta duración y sin posluminiscencia, según una publicación propia al respecto.
Entonces, ¿qué tiene de inédito el recién descubierto estallido de rayos gamma?
Lo excepcional de GRB 250702B
En un principio, el observatorio de rayos gamma Fermi dio la voz de alarma el 2 de julio de 2025, para posteriormente incorporarse al estudio de este peculiar evento la sonda de rayos X Einstein de la Academia de Ciencias China y la Agencia Espacial Europea (ESA).
Después de estas primeras observaciones, el equipo investigador de la ESA utilizó el conjunto del Telescopio Muy Grande (Very Large Telescope, VLT) en Chile, en colaboración con el telescopio espacial Hubble, para localizar la posición exacta de GRB 250702B y monitorear durante varios días su afterglow.
Lo realmente sorprendente de este fenómeno fue la detección de varios estallidos de rayos gamma en el transcurso de un día, algo que jamás se había observado antes en ningún GRB. Es decir, su duración fue excepcionalmente larga y la curva de luz asociada no tiene una explicación clara por parte de los investigadores.
Las posibles causas de este inusual evento
En vista de lo anterior, el origen de GRB 250702B es totalmente desconocido.
Aunque se han propuesto dos escenarios distintos para explicar su larga duración y periodicidad, tales como un nuevo tipo de colapso de una estrella masiva moribunda o el resultado del desgarro de una estrella por un agujero negro (fenómeno de disrupción de marea, TDE en inglés), ninguno de ellos puede proporcionar una explicación completa del mismo.
En palabras de Antonio Martín-Carrillo, coautor del estudio y astrónomo del University College Dublin (Irlanda), para explicar las propiedades de esta explosión se requeriría que una estrella inusual fuera destruida por un agujero negro aún más inusual, probablemente uno de masa intermedia.
¿Quiere ésto decir que el hallazgo de GRB 250702B implicaría la existencia de nuevas especies de estrellas y agujeros negros? No es posible afirmar con rotundidad lo anterior. Lo que sí está claro es que el origen del insólito GRB 250702B permanece aún incierto casi seis décadas después de que la humanidad empezara a estudiar el universo en su rango más energético.
Óscar del Barco Novillo, Profesor asociado. Departamento de Física (área de Óptica), Universidad de Murcia
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.