El planeta será testigo de una nueva lluvia de meteoros, conocida como Táuridas. Esta asociada al cometa Encke y su punto radiante coincide con la constelación de Tauro.
(Agencia N+1 / Hans Huerto). Al igual que en octubre con las Oriónidas, este fin de semana (viernes 10 y sábado 11) la Tierra será testigo de lujo para una nueva lluvia de meteoros en el espacio. Se llama Táuridas y está asociada al cometa Encke, cuyo punto radiante coincide con la constelación de Tauro (de ahí el nombre). Dicho cometa, cuando orbita el Sol, deja un rastro de restos a su paso, los que pese a sus escasas dimensiones, cuando se ven empujados hacia la atmósfera de la Tierra, caen por acá con brillo.
Las dimensiones exactas de los restos del cometa Encke —que le da una vuelta al Sol cada 3,3 años— podrían producir meteoros lo suficientemente grandes como no desintegrarse al entrar a nuestra atmósfera y así sobrevivir hasta tocar suelo. Bill Cooke, experto de la NASA, señaló a Space.com que de llegar a descubrirse uno de estos fragmentos, este hallazgo constituiría el "santo grial de los meteoritos" y que podrían pesar unas pocas onzas.
Para que no te lo pierdas. El punto de referencia para dar con ellas es la constelación de Tauro. Ubícala buscando primero Orión y luego mira hacia el noreste para encontrar la estrella roja Aldebarán, ese es el objetivo. La idea es mover la mirada en las inmediaciones de este cuadrante del cielo nocturno, pues los meteoros serán visibles no solo sobre Tauro sino a su alrededor. Los meteoros más cercanos al radiante tienen trayectos más cortos y son más difíciles de detectar. Si miras solo a Tauro, es posible que te pierdas las estrellas fugaces con los senderos más espectaculares.
No necesitas binoculares ni telescopios para disfrutar del show, aunque contar con alguno de ellos no te hará daño. Si bien las Táuridas durarán unas semanas más, este fin de semana deberán alcanzar su pico de visibilidad y frecuencia, justo minuto antes de la salida del Sol. Además, algunas estrellas fugaces no relacionadas con las Táuridas parecerán originarse en cerca de la constelación de Tauro, pero viajarán en direcciones aleatorias en el cielo. La lluvia será visible prácticamente en cualquier parte de la Tierra, excepto en el Polo Sur, de acuerdo con la Sociedad Americana de Meteoros, y hasta fines de mes
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