México se suma a gigantes como Estados Unidos y China, aunque de forma más limitada, en la exploración de la Luna mediante la segunda fase de su misión COLMENA
Tal como acordaron en diciembre de 2021, México se unió a las diligencias del programa Artemisa de Estados Unidos y la NASA mediante un pacto que permitirá al país latinoamericano participar en la misión que busca regresar a los humanos a la Luna. El gobierno mexicano confirmó a COLMENA y COLMENA 2, las misiones con las que busca contribuir a los esfuerzos por retornar al astro con la intención de estudiarlo.
No obstante, la gestión de López Obrador no enviará personas al satélite terrestre sino que hará uso de la inteligencia artificial para comandar una flota de mini robots “igual de funcionales que un ser humano” que viajarán al cuerpo celeste con la intención de explorar la superficie lunar y recolectar muestras científicas de utilidad sobre ella. Tras ponerse en marcha la primera fase del proyecto, se espera que la segunda se despliegue durante la segunda mitad de 2022.
“Ésta segunda misión va a tener robots más interesantes y novedosos, que va a desarrollar los recursos para los humanos en diferentes áreas. La idea es tener robots genéricos con capacidad de transportarse, ubicarse, y de sobrevivir. Serán un instrumento para detectar minerales pero también para medir campos de regolitos y campos eléctricos”, mencionó Gustavo Medina, director del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX), a Milenio.
¿En qué consiste la misión COLMENA 2 de México?
Tal como mencionó el doctor Gustavo Medina Tanco, responsable de LINX de la Universidad Autónoma de México (UNAM), en febrero, la misión está conformada por 5 pequeños robots de menos de 60 gramos y 12 centímetros de diámetro cada uno. La razón detrás del nombre es porque la IA programa a las máquinas para que actúen de forma colaborativa como si de abejas en una colmena se tratase.
Estos ejemplares irán a la Luna en un contenedor a bordo de la nave Peregrine de la compañía estadounidense Astrobotic que actuará como catapulta para lanzarlos tras su alunizaje. Dicho contenedor será también el centro de comunicaciones de la UNAM y el peso total de todos estos dispositivos es de menos de 608 gramos: el equivalente a tres smartphones según Medina Tanco.
Tras situarse en el terreno, los robots tendrán su electrónica a menos de dos centímetros de la superficie por lo que comenzarán con el estudio del regolito -capa de polvo y roca que cubre la Luna- usando sus sensores y sistemas de emisión en distintas frecuencias. A diferencia de los robots de la primera misión, los del COLMENA 2 se podrán adaptar a la noche y contarán con capacidades básicas para prospección y explotación minera.
Inteligencia artificial para explorar la Luna
Además de los mini robots encargados de estudiar la superficie lunar, la UNAM también prepara el desarrollo de Nanoswai, un satélite controlado mediante IA que reemplazará al nanoconnect2 y que fue lanzado el año pasado desde la India. Usando este dispositivo, se podrán hacer mediaciones del clima espacial calculando los efectos permanentes que produce la actividad del sol y las partículas que se desprenden del espacio.
Además, también se podrán capturar imágenes usando las cámaras que porta el dispositivo con la posibilidad de tomar decisiones bajo su propio juicio para ordenar y ejecutar una lista de comandos. Así, podrá decidir “cómo implementarlas en la medida de sus capacidades sin que se corra el riesgo de arruinarse” por las propiedades del espacio.
“La misión es que podamos desarrollar una herramienta para que México pueda tener balón propio en el mercado internacional con un trabajo de investigación que tenga una visión en apoyar a la tecnología y a la ciencia en periodos largos”, dijo Medina en la entrevista.
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