La investigación ha descartado “decisivamente” lo que se creía respecto a la formación de estos cuerpos celestes.
Un nuevo hito en la historia de la astronomía y, sobre todo, en los esfuerzos por descubrir uno de los misterios más grandes del Universo. Un grupo de científicos de la misión New Horizons de la NASA publicó nuevos resultados de la investigación que llevan realizando al asteroide Arrokoth, el cuerpo celeste más alejado y antiguo registrado por la humanidad, y revela detalles que los astrónomos no esperaban.
El estudio fue publicado en la revista Science el pasado jueves 13 de febrero con los datos que la sonda a cargo de la misión consiguió tras sobrevolar este astro a inicios del 2019. Arrokoth está formado por dos cuerpos unidos por una especie de cuello y su superficie, según el nuevo estudio, está cubierta de metanol helado de color rojo por moléculas orgánicas complejas no identificadas.
Además de esta información, la comunidad científica mundial quedó impresionada por la revelación de que la teoría de acreción jerárquica respecto a la creación de planetas es inválida. Este pensamiento plantea que este tipo de cuerpos celestes se forman mediante colisiones violentas de materia espacial. Sin embargo, debido al estudio, ha sido descartada.
“Antes estaba la teoría predominante de finales de los años 70 de colisiones violentas y una teoría más reciente de acumulación suave. Ahora, la primera se hizo polvo y la otra es la única que sigue en pie. Esto rara vez sucede en la ciencia planetaria pero finalmente hemos resuelto el asunto” dijo Alan Stern, autor principal del estudio, a la BBC.
Tal y como indica la declaración, la única teoría que permanece en pie es la que sugiere que la formación de planetas es más suave y pausada, con objetos espaciales acumulándose en un proceso menos catastrófico y violento que el planteado por los astrónomos hace 50 años.
Dado que la sonda planetaria New Horizons continúa en órbita, se espera que esta investigación sea parte de un gran proceso que devele más secretos aún ocultos en el inmenso espacio.
Una reliquia del Sistema Solar
Arrokoth -antes conocido como Ultima Thule- es un asteroide ubicado en el cinturón de Kuiper, zona más lejana que la órbita de Neptuno, a unos 6,500 millones de kilómetros del Sol. Con algo más de 30 kilómetros de diámetro y 4,000 millones de años de existencia, este cuerpo celeste -cuyo nombre significa “cielo” en la lengua nativoamericana- está compuesto por dos lóbulos que originalmente fueron independientes.
Según el estudio original de William McKinnon de la Universidad de St. Louis en Estados Unidos, estos dos cuerpos se unieron tras acercarse a una velocidad baja. El movimiento lento permitió que se fusionaran y quedaran totalmente ligados por una especie de cuello estrecho, lo que le da la particular forma que exhibe en las fotografías.
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