Según el estudio, muestras de 20 años de antigüedad tomadas de 14 astronautas de la NASA revelaron que su ADN mutó y tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer.
Astronautas de la NASA sufrieron mutaciones “inusualmente altas” en su ADN y están más propensos a contraer cáncer luego de haber viajado al espacio. Un nuevo estudio sugiere que las personas que los expertos que viajaron fuera de la Tierra a bordo de una nave espacial hace unos años presentan modificaciones particularmente alarmantes en su código genético.
La investigación fue publicada en la revista Nature Communications Biology y se basa en muestras de 14 astronautas obtenidas hace 20 años. La conclusión principal a la que se llegó con el estudio es que el riesgo a contraer cáncer por estos expertos requiere de un control cuidadoso, pese a que un estudio anterior publicado en 2019 señala que ellos no mueren por esta enfermedad por la radiación del espacio.
Un estudio crítico para la salud de los astronautas
Según lo que indica el estudio, los 14 astronautas de los que se obtuvieron las muestras fueron participantes del Programa del Transbordador Espacial de la NASA y aunque sus mutaciones son “inusualmente altas” debido a la edad de estas personas, “estaban por debajo de un umbral clave de preocupación”.
David Goukassian, profesor de cardiología del Mount Sinai y autor principal del estudio, mencionó que los sujetos de prueba examinados volaron en misiones de transbordadores espaciales cortas en comparación con otras, con un promedio de 12 días, entre 1998 y 2001. La edad promedio de los astronautas era de 42 años, el 85% de estos eran hombres y seis de los 14 participaban de su primera misión.
“Los astronautas trabajan en un entorno extremo donde muchos factores pueden dar lugar a mutaciones somáticas, sobre todo la radiación espacial, lo que significa que existe el riesgo de que estas mutaciones se conviertan en hematopoyesis clonal. Dado el creciente interés tanto en los vuelos espaciales comerciales como en la exploración del espacio profundo, y los riesgos potenciales para la salud de la exposición a varios factores nocivos asociados con misiones espaciales de exploración repetidas o de larga duración, como un viaje a Marte, decidimos explorar, retrospectivamente, mutación somática en la cohorte de 14 astronautas”, explicó Goukassian
¿Cómo se llevó a cabo el estudio?
El estudio se desarrolló con la recolección de muestras de sangre de los astronautas 10 días antes de que viajen al espacio y el día del aterrizaje además de glóbulos blancos solo tres días después del aterrizaje. Estas muestras fueron almacenadas a -80°C durante unos 20 años. En ellas, se identificaron unas 34 mutaciones en 17 genes impulsores de CH. La mayoría de las modificaciones sucedieron en TP53 -gen que produce una proteína supresora de tumores- y TP53, el cual muta con mayor frecuencia en los que sufren de leucemia mieloide aguda.
Sin embargo, la frecuencia de las mutaciones somáticas en los genes fue de menos del 2%, un umbral técnico para que estos cambios en las células madre hematopoyéticas sean consideradas hematopoyesis clonal de potencial indeterminado (CHIP). Esta mutación es más común entre las personas mayores y presenta un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y cáncer hematológico y sólido. La recomendación que Goukassian y su equipo brindaron es que los astronautas estén siempre realizándose chequeos médicos para detectar algún indicio de cáncer o enfermedades cardiácas.
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