Estos son los nuevos objetivos científicos presentados por la NASA en un documento oficial sobre Artemisa.
Pese a las dificultades, la NASA sigue ultimando detalles de Artemisa, su programa con el que desea regresar a la Luna en 2024. Y, aunque la fecha pueda variar mucho dependiendo del camino, las metas están propuestas y se van actualizando según pasa el tiempo.
La última adición al programa es la recolección de rocas lunares que deberán hacer los próximos astronautas que lleguen al satélite natural.
En un nuevo informe de la agencia especial, presentada por Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencias, se pide a los próximos visitantes que traigan a la Tierra 85 kilos de muestras de diversos materiales extraídos de la superficie y el subsuelo desde su primera llegada.
La cantidad sugerida es mayor a los 64 kilos traídos durante el programa Apolo entre 1969 y 1972.
Artemisa se compone de una serie de pasos hasta la llegada del hombre (y la mujer) a la Luna. Artemisa I se llevará a cabo en 2021 con el lanzamiento de la cápsula Orion sin humanos y sin aterrizaje; Artemisa II llevará humanos a su órbita en 2023, pero tampoco aterrizará hasta Artemisa III en 2024.
Ningún geólogo será parte de la tripulación, por lo que los astronautas deberán tener conocimiento de ello para las misiones. Esto servirá para conocer los procesos planetarios y el origen de la materia volátil de los polos de la Luna.
La base Artemisa que se cree incluye “una moderna cabina lunar, un rover y una casa móvil”. “Las primeras misiones incluirán estancias cortas en la superficie, pero a medida que evoluciona el campamento base, el objetivo es permitir que la tripulación permanezca en la superficie lunar hasta dos meses seguidos”, se describe.
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