Las explosiones de luces que se desvanecen en milisegundos se llaman Fast Radio Burns (FRB). Estos flashes provienen de todo el universo a más de 3 mil millones de años luz de distancia. Sin embargo, nadie sabe cómo se originan.
Nueve fuentes repetitivas de misteriosas señales cósmicas FRB se contabilizan entre las 700 detectadas desde octubre de 2018 por la colaboración científica CHIME (Canadian Hydrogen Intensity Mapping Experiment), basada en un telescopio ubicado en Columbia Británica.
Los FRB se descubrieron por primera vez hace más de una década. Estos destellos brillantes y cortos (alrededor de un milisegundo) de emisión de radio son un millón de veces más brillantes que los pulsos más brillantes de los púlsares galácticos, y llevan la firma de ser producidos a una gran distancia, algo que ha sido confirmado por la localización de varios FRB en galaxias lejanas.
A pesar de todo lo que hemos aprendido acerca de los FRB, todavía no sabemos cómo se producen, aunque la lista de teorías ahora ha crecido lo suficiente como para que realmente haya un catálogo vivo de ellas. Un enigma particular es que se ha observado que algunos FRB se repiten, mientras que otros solo han producido un destello detectado.
La teoría más fuerte al respecto afirma que los FRB pueden provenir de magnetares, estrellas muy densas con potentes campos magnéticos. La única prueba de este postulado es que el FRB 121102, descubierto en 2012, ha lanzado 150 destellos durante los últimos años, sugiriendo que los brillos no son de una sola explosión.
¿Significa esto que los dos tipos de FRB, que se repiten y no se repiten, se producen de dos maneras diferentes? ¿O en dos ambientes diferentes? ¿O hay otra explicación de por qué algunos repiten y otros no?
Para responder a estas preguntas, nuestra mejor opción es encontrar suficientes FRB para poder hacer inferencias estadísticas, y CHIME está ayudando a construir una muestra grande. En una nueva publicación dirigida por Emmanuel Fonseca (Universidad McGill, Canadá), la colaboración CHIME presenta una colección de ráfagas de nueve nuevas fuentes FRB repetitivas, lo que eleva el número total de señales repetidas conocidas a 20.
Esta nueva muestra -descrita en The Astrophysical Journal Letters- ha confirmado evaluaciones previas de las FRB repetidoras y de las que solo han aparecido en una ocasión.
Las medidas de dispersión, una medida de la materia a través de la cual viajan las señales para llegar a nosotros, para las repetidoras tienen la misma distribución que para los no repetidoras, lo que sugiere que las dos poblaciones se originan en entornos locales similares y tienen distribuciones similares en el espacio.
Los anchos de pulso son mayores para las repetidoras, lo que significa que las fuentes repetidas tienen ráfagas de duración ligeramente más larga. Esto puede apuntar a diferentes mecanismos de emisión para los dos tipos de ráfagas.
Medidas de rotación de Faraday, una medida del entorno magnetizado alrededor de la fuente de explosión, se obtuvieron para dos de las nuevas repetidoras, y son más bajas que la medida de rotación sorprendentemente alta de FRB 121102, primera señal repetidora conocida. Está empezando a parecer que FRB 121102 es una anomalía, y tanto las repetidoras como las no repetidoras generalmente se originan en entornos más modestamente magnetizados, informa AAS NOVA.
Con información de Europa Press
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