Esta misión explorará un asteroide poco conocido que orbita cerca de la Tierra, con el objetivo de traer muestras para su análisis en la Tierra y revelar secretos sobre el origen del sistema solar.
La nave espacial Tianwen-2 de China, lanzada este jueves en una misión de exploración del espacio profundo que durará una década, investigará primero el asteroide 2016 HO3, un enigmático cuerpo celeste que ha sido durante mucho tiempo un constante compañero cósmico de la Tierra y que guarda secretos sobre los orígenes del sistema solar.
Conocido como un cuasi-satélite de la Tierra, el asteroide 2016 HO3 orbita alrededor del Sol y parece también girar en torno a la Tierra. Sus huellas fueron captadas por primera vez en 2016 gracias al telescopio de la encuesta Pan-STARRS en Hawái, Estados Unidos.
“Los datos actuales sugieren que este asteroide mide solo unos 100 metros de diámetro. Lo que lo hace extraordinario es que todavía no sabemos cuál es su composición u origen. Algunos plantean que podría tratarse de eyecciones lunares, mientras que otros creen que podría contener material primigenio de la formación de la Tierra. Solo obtendremos respuestas definitivas tras completar nuestra exploración”, dijo a la agencia CCTV+ Li Chunlai, comandante en jefe del sistema de aplicación terrestre de la misión Tianwen-2.
Un objetivo ideal para el muestreo
La órbita relativamente estable de 2016 HO3 y su proximidad a la Tierra lo convierten en un objetivo ideal para la recolección y el retorno de muestras, factores clave en su selección, señaló Li.
Estos asteroides actúan como “fósiles cósmicos”, conservando información vital sobre la composición del material primigenio del sistema solar, sus procesos de formación y su historia evolutiva.
Objetivos científicos de la misión
Según Li, la misión Tianwen-2 tiene tres objetivos científicos principales respecto a este asteroide.
“Se trata de un asteroide completamente inexplorado, un completo desconocido para la ciencia. En primer lugar, queremos medir con precisión sus parámetros orbitales, su rotación e inclinación axial, así como entender su evolución orbital. Estos son nuestros objetivos fundamentales. En segundo lugar, queremos determinar sus características físicas y composición, respondiendo esencialmente a la pregunta de qué es realmente este asteroide. En tercer lugar, y lo más importante, planeamos recuperar muestras para un análisis detallado en laboratorios en la Tierra”, explicó el comandante en jefe.
La misión representa el primer intento de la humanidad de estudiar de cerca a este compañero cósmico, con el potencial de revolucionar la comprensión que tenemos sobre los primeros tiempos del sistema solar.
Después de recuperar muestras en 2027, Tianwen-2 se dirigirá al cometa 311P, cerca de Júpiter, otro “fósil” del sistema solar que desafía la clasificación al presentar características tanto de asteroide como de cometa.
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