Este astro posee una superficie con climas no muy distintas a la de nuestro planeta.
Un análisis de la composición química de nueve cráteres de impacto en la luna Titán de Saturno apoya que hay una receta con ingredientes para la vida, aunque diferente de la que funciona en la Tierra.
Un estudio publicado por Astronomy and Astrophysics, que empleó tecnología avanzada de imágenes para investigar Titán, ha revelado que cuando se forman cráteres de impacto en la luna más grande de Saturno, se expone un "hielo de agua" relativamente reciente de la corteza helada de Titán.
En Titán, los procesos atmosféricos entierran el hielo bajo una capa de material orgánico similar a la arena. En las regiones ecuatoriales secas de Titán, la arena se amontona; pero en latitudes más altas y más húmedas, los arroyos superficiales erosionan la arena.
Es difícil evaluar qué hay debajo de la atmósfera brumosa de Titán, pero ha sido posible con un espectrómetro de mapeo visible e infrarrojo de la ESA, que recopiló luz visible e infrarroja de longitudes de onda ligeramente más largas durante la misión Cassini de la NASA.
Los principales resultados concuerdan con un escenario de evolución de la superficie de Titán existente, en el que el proceso de cráteres de impacto produce una mezcla de material orgánico y hielo de agua, que luego se "limpia" mediante erosión fluvial en las llanuras de latitudes medias.
"Es salvaje. No hay otro lugar como Titán en el sistema solar. Hay más arena en Titán por área que en cualquier otro lugar. Titán tiene clima. No es diferente a la Tierra en ese sentido. Es solo que los ingredientes están mal. Tiene lluvia de metano y arroyos que atraviesan la superficie y arena orgánica que se mueve. Sigue siendo muy activo, al igual que aquí, en la Tierra", dijo Catherine Neish, geóologa planetaria del Instituto de Exploración de la Tierra y el Espacio en la Western Ontario University, autora principal de la nueva investigación.
A su juicio, los nuevos hallazgos podrían resultar beneficiosos para descubrir ecosistemas antiguos congelados en el fondo de los cráteres de impacto y para preparar técnicas de análisis y monitoreo de datos para la próxima misión a Titán Dragonfly, un dron helicóptero de la NASA.
"Creo que cada vez más, estamos viendo una falsa equivalencia entre la vida y Marte. Los descubrimientos recientes sobre Venus y todas las cosas nuevas que estamos aprendiendo sobre él una vez que es un mundo oceánico es otro cambio de juego", dijo Neish. "Finalmente, la gente dice: 'En nuestra búsqueda de vida en el universo, realmente necesitamos enfocarnos en muchos más lugares, y no solo en Marte'. Y eso incluye que la NASA envíe la misión Dragonfly a Titán".
(Con información de Europa Press)
Te recomendamos METADATA, el podcast de tecnología de RPP. Noticias, análisis, reseñas, recomendaciones y todo lo que debes saber sobre el mundo tecnológico. Para escucharlo mejor, #QuedateEnCasa.
Comparte esta noticia