Scott y Mark Kelly, ambos astronautas, fueron parte de un proyecto de la NASA para investigar los cambios en el cuerpo de quienes pasan una temporada fuera del planeta.
(Agencia N+1 / Hans Huerto) Scott y Mark Kelly son hermanos gemelos, astronautas ambos, pero uno de ellos mide cinco centímetros más y ha variado su conformación ósea con respecto a la de su hermano. Lo que los separa, además, es que Scott pasó los últimos doce meses en el espacio. Su hermano la pasó en la Tierra.
Ellos fueron parte de un proyecto de la NASA para investigar qué cambios biológicos y psicológicos se imponen en el cuerpo de los astronautas al pasar una buena temporada fuera del planeta. Ello, a fin de preparar mejor a los cosmonautas que participen en próximas misiones a Marte.
Soctt Kelly y el ruso Mikhail Kornienko participaron en la primera misión del año en la Estación Espacial Internacional (ISS), retornando a la tierra el pasado mes de marzo. Mientras Mark, un ex astronauta de la NASA que voló en cuatro misiones, permaneció en nuestro planeta, como un control experimental que permitiría a los científicos detectar los cambios genéticos que el vuelo espacial indujo en Scott.
Las primeras diferencias detectadas fueron presentadas la semana pasada en el "Taller de Investigadores" del Programa de Investigación Humana de la NASA en Galveston, Texas.
Un equipo encontró que los telómeros —los extremos de los cromosomas, que previenen su deterioro y se acortan a medida que la gente envejece— en los glóbulos blancos de Scott Kelly se alargaron durante la misión.
El cambio "podría estar relacionado con el aumento del ejercicio y la reducción de la ingesta calórica durante la misión", según el estudio de la NASA. Al volver a la Tierra, los mismos telómeros comenzaron a acortarse de nuevo, agregaron los funcionarios.
Otro equipo de investigación detectó una aparente disminución en la masa ósea durante la segunda mitad de la misión espacial de Scott, y otro grupo, una ligera disminución en la capacidad cognitiva del cosmonauta poco después de volver al planeta. Sin embargo, esta última tendencia no fue suficientemente sustancial como para sugerir que pueda afectar el desempeño de los astronautas, según la NASA.
Además, la secuenciación del genoma de los gemelos reveló que ambos tienen cientos de mutaciones genéticas únicas, por lo que tampoco se descarta que algún gen particular se hubiera podido activar en las condiciones especiales en el espacio. Ello, junto a más hallazgos del resto de equipos detrás del estudio, será presentado en un documento conjunto hacia fines de año, que publicará la agencia espacial estadounidense.
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