Descubrieron que la razón por la que el polvo podía extenderse era porque calentaba la atmósfera una vez que llegó allí, lo que creó un sistema de transporte.
Una compleja simulación de lo que sucedió después del impacto de asteroide que acabó con los dinosaurios, hace 66 millones de años, muestra cómo el polvo producido por aquel cataclismo pudo extenderse de manera tan uniforme en toda la Tierra.
Cuando un volcán hace erupción, el polvo volcánico viaja por el aire y finalmente cae al suelo. Los lugares más cercanos al volcán terminan con alfombras más profundas de ceniza y polvo porque el polvo se dispersa a medida que se aleja del volcán a través del aire. Lo mismo debería ser cierto para el polvo y los escombros levantados cuando un asteroide golpea el suelo; eso es lo que sucede en la mayoría de los casos. Pero cuando el asteroide Chicxulub golpeó el suelo cerca de lo que ahora es la península de Yucatán, el polvo que levantó se asentó en una capa uniforme sobre toda la Tierra. Cómo pudo haber sucedido esto ha sido un misterio hasta ahora.
Para encontrar la respuesta, las investigadoras del Lunar and Planetary Institute, Natalia Artemieva, e Imperial College de Londres, Joanna Morgan, se embarcaron en una misión de investigación que terminó durante una década entera. Estudiaron impactos de asteroides, grandes erupciones volcánicas e incluso explosiones, en busca de un incidente similar. Pero no fue hasta que analizaron el cometa Shoemaker-Levy 9 golpeando a Júpiter cuando descubrieron lo que habían planteado como hipótesis: un impacto podría provocar que el polvo se extienda horizontalmente sobre un área muy extendida. Y mejor aún, todo el escenario había sucedido en los tiempos modernos, lo que permitió que se registrara y que los investigadores pudieran ver cómo se desarrollaban los procedimientos.
Descubrieron que la razón por la que el polvo podía extenderse era porque calentaba la atmósfera una vez que llegó allí, lo que creó un sistema de transporte. Con ese descubrimiento en mano, los investigadores volvieron a su laboratorio y crearon una simulación que muestra el polvo del impacto de Chicxulub que calienta la atmósfera. Y tal como sucedió en Júpiter, la simulación mostró que el polvo se transportaba horizontalmente, en su caso, por toda la Tierra, antes de que finalmente cayera al suelo en cantidades iguales.
El estudio ha sido publicado en la revista Geographical Research Letters.
Europa Press
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