La gigantesca malla que construyó Dan Metcalfe está ubicada en la estación de investigación Wayquecha cerca al Parque Nacional del Manu.
(N + 1 / Victor Román). El cambio climático hará que las nubes se eleven mucho más de su altura actual y uno de los ecosistemas que se verá seriamente afectado será la selva alta del Perú. Un científico sueco tuvo una gran idea para evitarlo: colgar una enorme malla en medio de la selva.
Clima en alerta
Muchos científicos creen que el proceso climático culpable de que las nubes se eleven ya comenzó. Esto disminuiría la humedad de la selva nubosa y no está claro si las especies que viven en ese hábitat podrán migrar con éxito.
Examinar el impacto de la reubicación de nubes es fundamental para comprender el futuro de los bosques. Por eso, Dan Metcalfe, un profesor de biología de la Universidad de Lund (Suecia), quiere determinar qué sucederá con los bosques que quedan si las predicciones son correctas. Metcalfe está intentando algo nunca antes visto: eliminar las nubes de una parte del bosque.
El científico sueco había planeado cubrir una parcela cuadrada dos veces más grande que una cancha de básquet con una malla suspendida de postes telefónicos de 10 pisos en cada esquina. La niebla se condensaría en la tela, dejando al interior hambriento de humedad.
Problema tras problema
Para su experimento, Metcalfe eligió la Estación Biológica Wayqecha, un centro de investigación del bosque nuboso a 3,000 sobre el nivel del mar, cerca al Parque Nacional del Manu.
Sin embargo, el científico no tuvo en cuenta la dificultad que implica operar equipos pesados en la zona. Las pendientes empinadas y el suelo frágil evitan que los postes se puedan colocar a profundidad. Además, no hay carreteras, solo trochas.
Pronto se dio cuenta de que tendría que instalar torres de metal. Pero eran bastante más caras que el material original, no podía permitirse pagar ni siquiera dos, y temía que el proyecto se tuviera que cancelar.
Objetivo conseguido
Con dudas sobre si continuar con el proyecto o no, el sueco encontró una posible solución: Wayqecha ya tenía tres torres de metal, que soportaban una pasarela sobre un acantilado. Hasta hace poco, la pasarela incluía una cuarta torre, pero un deslizamiento de tierra la derrumbó. Sin embargo, la plataforma de la estructura no sufrió daños.
Entonces, Metcalfe se dio cuenta de que podía suspender una sola malla en el camino de la niebla que volaba por el valle. La cortina de niebla colgaría de un cable tendido entre una de las torres no dañadas y una nueva que construiría a partir de la que había caído.
A pesar de las adversidades (un miembro clave de su equipo enfermó y un incendio destruyó equipos costosos) la malla está casi lista. Un grupo construyó la torre en septiembre y el último paso: suspender la malla sobre el suelo del bosque, se completó a fines de octubre de 2017. En pocas semanas, Metcalfe podrá ver el resultado de su titánico esfuerzo que beneficiará a la ciencia peruana y mundial.
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