La reducción del flujo sanguíneo que llega al cerebro como consecuencia del uso de una corbata afecta principalmente a los fumadores, personas mayores o con presión arterial alta.
(Agencia N+1 / Víctor Román). Un grupo de científicos alemanes reveló que las corbatas ajustadas reducen el flujo de sangre al cerebro al aplastar las venas del cuello. Los resultados del estudio fueron publicados en la Neuroradiology. Robin Lüddecke, del Hospital Universitario de Schleswig-Holstein en Alemania, y sus colegas escanearon los cerebros de 15 hombres jóvenes sanos antes y después de ponerse una corbata.
Cada participante recibió instrucciones de hacer un nudo de Windsor y apretarlo hasta el punto de una ligera incomodidad. Justo después de que los hombres estrecharon los lazos, el flujo de sangre en sus cerebros cayó en un promedio de 7.5%. No se observaron cambios en el flujo sanguíneo cuando el experimento se repitió con 15 hombres que no se pusieron una corbata.
Reducción del flujo al cerebro
Los científicos encontraron que el uso de un lazo comprime las venas en el cuello, empujando la sangre hacia el cráneo y creando una acumulación de presión. Es muy probable que esta presión adicional aplaste los vasos sanguíneos del cerebro y reduzca el flujo sanguíneo, dice Lüddecke.
Para Steve Kassem, del Neuroscience Research Australia, es poco probable que una caída del 7.5% en el flujo sanguíneo produzca algún síntoma en el cerebro de una persona sana. Sin embargo, sí podría crear problemas para los fumadores, las personas mayores o aquellos con presión arterial alta, con flujo sanguíneo lento debido a vasos bloqueados o dañados en sus cerebros.
Los que están en riesgo
En este grupo de alto riesgo, una caída adicional en el flujo sanguíneo debido al uso de corbatas podría causar dolores de cabeza, mareos y náuseas. Los estudios han encontrado que la restricción sanguínea a largo plazo al cerebro está asociada con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, aunque es poco probable que el uso de corbata tenga un efecto tan severo, dice Kassem.
Una solución, dice Kassem, es usar una corbata más floja aunque pueda parecer desalineado. "Creo que probablemente ahora tenemos suficiente espacio como para decir: 'Bien, tal vez deberíamos dejar de usar ataduras por completo'", agrega. Otra solución sería simplemente dejar de usarlas.
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
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