Este animal, natural de Brasil, puede llegar hasta 180 kilómetros por hora de velocidad cuando vuela en trayectoria horizontal.
(Agencia N+1 / Hans Huerto) Investigadores del Instituto Max Planck de Ornitología, en Radolfzell, Alemania, han descubierto el murciélago brasileño de cola libre o murciélago cola de ratón puede atravesar los aires horizontalmente a más de 160 kilómetros por hora, de acuerdo con un documento publicado por la Royal Society Open Science. A pesar de tratarse de un mamífero y no contar con las ventajas fisionómicas de las aves para emprender vuelos veloces, la aerodinámica de su cuerpo y sus alas (más largas que las de otras especies de murciélagos) le permiten alcanzar altas.
En el aire, el record de velocidad lo sostiene el halcón peregrino, pero gracias a su habilidad para volar en picada, perpendicular a la superficie marina, a donde se zambulle para cazar y alimentarse. En estas acrobacias es en las que desarrolla hasta 300 km por hora.
Pero el caso del Tadarida brasiliensis —nombre científico de la especie brasileña— es especial pues su velocidad impensable acaso se logra en el vuelo horizontal, desplazamiento en el que la gravedad no juega necesariamente a su favor. Más aún, las alas membranosas de los murciélagos generan mayor resistencia al aire, razón por lo cual esta especie no se caracteriza por vuelos vertiginosos.
Además de sus alas, los pájaros parecen estar mejor evolucionados para volar sin mucho esfuerzo, a la luz de que la mayoría de ellos se alza en el cielo sin la necesidad de alcanzar altas velocidades para despegar. Su bajo peso y sus huesos poco densos, aunque lo suficientemente pesados para ayudarle a equilibrar sus movimientos, permiten a las aves aprovechar mejor su constitución física para desarrollar desplazamientos más rápidos, sostenidos y sin demasiada necesidad de aletear, gracias a la aerodinámica.

Precisamente este aspecto es lo que sorprende más sobre el hallazgo referido a la velocidad de este murciélago: "Inicialmente, no podíamos creer nuestros datos, pero eran correctos: a veces, las hembras, que pesan entre 11 y 12 gramos, volaban a velocidades de más de 160 kilómetros por hora, un nuevo récord para el vuelo horizontal ", dice Kamran Safi del Instituto Max Planck de Ornitología.
La velocidad del cola de ratón fue registrada gracias a un radiotransmisor de medio gramo que algunos especímenes llevaron pegado al lomo, diseñado para que se desprenda de los animales tras un lapso de 2 a 5 días. La señal emitida fue recogida por un receptor móvil a bordo de un pequeño avión pequeño, cuyo piloto se las vio negras para perseguir el vuelo de los animales, explica Dina Dechmann, una de las autoras del trabajo. Estos datos fueron contratados con los de las condiciones meteorológicas —básicamente, del viento— en la zona, registradas por una estación cercana. Dichos factores “no pueden explicar estos resultados, ya que no tuvieron impacto en las velocidades máximas", dice Dechmann.
La máxima velocidad registrada de desplazamiento horizontal desarrollada por un humano es la alcanzada por el medallista olímpico Usain Bolt en el campeonato mundial de atletismo de 2009, en Berlín. El Rayo en aquella ocasión alcanzó los 44,72 km por hora en la carrera de 100 m. No obstante, la velocidad que un humano promedio, y no un fenómeno como el jamaiquino, alcanza en carrera es cercana a los 20 km por hora.

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