Hallan tres calaveras humanas con incisiones intencionadas en construcciones de Turquía de hace más de 11,000 años.
En el templo más antiguo del mundo se rendía culto al cráneo. Enterrados entre las ruinas de un santuario de más de 11,000 años en Göbekli Tepe, Turquía, una enigmática construcción megalítica, han aparecido fragmentos de 3 calaveras talladas con un estilo nunca antes visto.
Los cráneos pertenecen a una mujer y dos hombres de entre 20 y 50 años. Vivieron durante el Neolítico. Pocos después de su muerte, sus congéneres descarnaron las cabezas e hicieron las incisiones hechas con herramientas de piedra. Uno de ellos también muestra un agujero perforado en el hueso parietal izquierdo, así como restos de ocre rojo.
Importancia del hallazgo. "Este descubrimiento es espectacular porque supone la primera evidencia del uso de hueso de los muertos en Göbekli Tepe”, dijo Julia Gresky, científica que ha liderado la investigación, del instituto Alemán de Arqueología, en Berlín.
En un estudio publicado en Science Advances, Lee Clare, coordinador de las excavaciones, señala que Göbekli Tepe no era una religión propiamente dicha, porque esto requiere una estructura y una sociedad con clases que aún no existía en aquel momento.
Venerar a los muertos. Los autores del estudio consideran que lo más probable es que los cráneos fueran tallados para venerar a familiares no mucho después de su muerte o para ser mostrados para ahuyentar a los enemigos.
A lo largo de la historia, las personas han honrado las calaveras por diferentes razones, desde el culto a los antepasados a la creencia de que los cráneos humanos transmiten propiedades protectores.
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