Un nuevo estudio concluye que los meteoros explotan desde adentro al momento que ingresan a la atmósfera terrestre.
(Agencia N+1 / Victor Román). Un nuevo estudio publicado en la última edición de la revista Meteoritics & Planetary Science ha encontrado que los meteoros explotan desde adentro al momento que ingresan a la atmósfera terrestre.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores utilizaron simulaciones por computadora en las que se muestran que los gases de nuestra atmósfera pueden infiltrarse hacia el interior de los meteoros porosos a medida que se precipitan hacia el planeta, creando bolsas de aire a alta presión dentro de los bólidos. Estas bolsas luego pueden, luego, hacer que los meteoros exploten y se rompan en pedazos más pequeños.
Este involuntario sistema de defensa planetario podría ser un beneficio para las formas de vida en la Tierra, ya que evita que meteoros de gran tamaño, y potencialmente destructivos, sobrevivan el tiempo suficiente como para impactar la superficie de la Tierra, dijeron los investigadores.
"Están sucediendo más cosas de lo que se había pensado antes. En pocas palabras, la atmósfera es una mejor pantalla contra los impactos pequeños de lo que habíamos pensado", dijo en un comunicado Jay Melosh, un geofísico de la Universidad de Purdue en Indiana y uno de los autores del estudio.
Protección contra los meteoros
En el estudio, los autores simularon el meteorito que explotó sobre Cheliábinsk, Rusia, el 15 de febrero de 2013. La roca de 20 metros explotó 29,7 kilómetros sobre la superficie de la Tierra, dañando edificios e hiriendo a más de mil personas. Gran parte de ese evento fue captado en video.
Utilizando las simulaciones, los investigadores intentaron comprender mejor cómo el meteorito de Cheliábinsk se separó y se desintegró al momento que entró en la atmósfera de la Tierra. Sin embargo, a diferencia de los modelos anteriores, las nuevas simulaciones tuvieron en cuenta la porosidad del meteoro, según el comunicado.
En este nuevo modelo se encontró que un asteroide de 20 metros de diámetro se desintegraría en los momentos finales de su vuelo después de entrar en la atmósfera en un ángulo de 45° con respecto al horizonte y con una velocidad de 15 km/s. Los resultados mostraron que la atmósfera de la Tierra proporciona una mejor protección contra los meteoros de lo que los científicos pensaban anteriormente, al crear una densa reserva de aire frente a la roca y un vacío en la estela del meteoro.
Como resultado, "la burbuja de aire presurizada por delante del meteoro se ve fuertemente atraída por el entorno de baja presión que se desarrolla detrás del meteoro, haciendo que las partículas de aire fluyan rápidamente a través de las grietas y agujeros de la roca desde el frente hasta la parte posterior de la roca", dice el comunicado. Finalmente el aire de alta presión que es forzado a los rincones y grietas del meteoro rompe la roca en la atmósfera superior de la Tierra. Ahora ya podemos entender uno de los mecanismos con los que la atmósfera del planeta protege su interior: calienta y finalmente desintegra los meteoros.
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